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Voto de MiguelRouco:
6
7,2
7.429
Serie de TV. Documental
3 episodios. Los brutales vídeos de un retorcido criminal llevan a un grupo de internautas a comenzar una compleja y arriesgada búsqueda para dar con él, una investigación que los adentrará en un siniestro submundo.
27 de febrero de 2020
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Don't F**k with Cats" no empieza ni de lejos sorprendiéndome, el formato de esta docuserie no me parece demasiado novedoso, de hecho Netflix ya tiene algo de un desarrollo muy similar y además muy reciente que es "American Vandal", obviando por supuesto la trama central que en este caso trata sobre hechos reales y trascendentes. Tal fue lo que se me pareció, que no habiéndome fijado en que esta era sobre una historia real empecé pensando: "¿Otra vez?". Tampoco es que sea un formato demasiado manido, pero esa forma de ir interconectando pruebas y testigos me recordó demasiado a algo que ya había visto.
En cualquier caso es un documental como mínimo interesante, por lo dicho con anterioridad el principio me aburre un poco, pero consigue dejarme tenso y con miedo al final del segundo episodio, y a pesar de ciertos trucos que considero facilones la forma de cerrar el círculo con la obsesión al cine del asesino es alucinante.
Como todo lo susceptible de dar información de algún tipo, arte en general, escritura, nosotros mismos, etc. El emisor marca la pauta, pero en medios de solo una dirección como la mayoría de las artes, los y las creadoras nos guían por donde quieren, esto en el audiovisual se acentúa aún más puesto que tienen el poder de hacer que mires a donde ellos quieren, porque si "una imagen vale más que mil palabras" imagínense a más de 30 frames por segundo. En la ficción esto se acepta, cómo es lógico, con mayor facilidad, ya que es una historia inventada y si el creador toma tal o cual camino para explicarte esa idea es que probablemente sea el más sencillo y entendible para que el espectador disfrute, no pierda comba y se mantenga expectante. Y en los documentales esto no iba a ser diferente, solo que cuando se trata de información real hay que ser mucho más cuidadoso. El montaje te puede hacer creer ciertas cosas sin ser necesariamente ciertas. Trucos cómo los usados en este documental, por ejemplo: te enseño una foto de Marlene Dietrich con sombrero y cigarro y a continuación lo comparo con una de el protagonista también fumando y con gorra, y después sube la apuesta a otros personajes del cine cómo Bogart también con sombrero y... No lo vais a creer, ¡una de él con sombrero! ¡Inaudito! ¿Eh? Cómo si cualquiera de nosotros no tuviésemos fotos de ese estilo, es un recurso cuando menos tendencioso, entiendo su uso, al final tiene que mantenernos en tensión pero creo que el angelito ha dejado material suficiente como para no usar recursos tan facilones. También hay muchos planos de cámaras de seguridad o vídeos de baja calidad donde tenemos que creernos que es él porque nos lo dicen, y suponemos que hubo un seguimiento formal de todo ello, pero lo que ve el espectador es una persona flacucha de pelo castaño tan distorsionada que podría ser él o mi vecino del tercero, usan esos cortes y a creérselo toca.
Esto pasa a menudo en documentales de Michael Moore por ejemplo, enlaza cosas o saca comparaciones un poco esperpénticas omitiendo lo que no le interesa para que su alegato parezca irrefutable, pero no es tan sencillo y por eso es tan criticado. Repito que digo esto entendiendo porqué lo hacen, y en el caso de Moore además gustándome lo que he visto de su obra, dado que al final suelo estar de acuerdo en la idea final. Pero si tienes dudas sobre un tema y ves su 'alegato', con poco que tengas ciertas herramientas o informaciones sobre el tema le ves las costuras. Hay que permitirle ciertas licencias. Y esto pasa un poco en la lectura final que se hace del personaje de Luka.
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En cualquier caso es un documental como mínimo interesante, por lo dicho con anterioridad el principio me aburre un poco, pero consigue dejarme tenso y con miedo al final del segundo episodio, y a pesar de ciertos trucos que considero facilones la forma de cerrar el círculo con la obsesión al cine del asesino es alucinante.
Como todo lo susceptible de dar información de algún tipo, arte en general, escritura, nosotros mismos, etc. El emisor marca la pauta, pero en medios de solo una dirección como la mayoría de las artes, los y las creadoras nos guían por donde quieren, esto en el audiovisual se acentúa aún más puesto que tienen el poder de hacer que mires a donde ellos quieren, porque si "una imagen vale más que mil palabras" imagínense a más de 30 frames por segundo. En la ficción esto se acepta, cómo es lógico, con mayor facilidad, ya que es una historia inventada y si el creador toma tal o cual camino para explicarte esa idea es que probablemente sea el más sencillo y entendible para que el espectador disfrute, no pierda comba y se mantenga expectante. Y en los documentales esto no iba a ser diferente, solo que cuando se trata de información real hay que ser mucho más cuidadoso. El montaje te puede hacer creer ciertas cosas sin ser necesariamente ciertas. Trucos cómo los usados en este documental, por ejemplo: te enseño una foto de Marlene Dietrich con sombrero y cigarro y a continuación lo comparo con una de el protagonista también fumando y con gorra, y después sube la apuesta a otros personajes del cine cómo Bogart también con sombrero y... No lo vais a creer, ¡una de él con sombrero! ¡Inaudito! ¿Eh? Cómo si cualquiera de nosotros no tuviésemos fotos de ese estilo, es un recurso cuando menos tendencioso, entiendo su uso, al final tiene que mantenernos en tensión pero creo que el angelito ha dejado material suficiente como para no usar recursos tan facilones. También hay muchos planos de cámaras de seguridad o vídeos de baja calidad donde tenemos que creernos que es él porque nos lo dicen, y suponemos que hubo un seguimiento formal de todo ello, pero lo que ve el espectador es una persona flacucha de pelo castaño tan distorsionada que podría ser él o mi vecino del tercero, usan esos cortes y a creérselo toca.
Esto pasa a menudo en documentales de Michael Moore por ejemplo, enlaza cosas o saca comparaciones un poco esperpénticas omitiendo lo que no le interesa para que su alegato parezca irrefutable, pero no es tan sencillo y por eso es tan criticado. Repito que digo esto entendiendo porqué lo hacen, y en el caso de Moore además gustándome lo que he visto de su obra, dado que al final suelo estar de acuerdo en la idea final. Pero si tienes dudas sobre un tema y ves su 'alegato', con poco que tengas ciertas herramientas o informaciones sobre el tema le ves las costuras. Hay que permitirle ciertas licencias. Y esto pasa un poco en la lectura final que se hace del personaje de Luka.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Cerrar el puzzle de forma tan florida queda muy bonito ahora con todas las piezas, pero algunas quizá sean una pizca exageradas o se les de demasiada grandilocuencia. Por ejemplo; cuando el abogado deduce que lo que Luka le había contado hace más de año y medio del asesinato era todo una coartada más que repensada propia de un genio loco para poder justificarse después. Recuerdo el: "¿De verdad queremos darle fama a estos tipos?" remata la mujer con la que iniciamos la historia. La realidad es que el asesino se salta sus propias reglas constantemente, y que lo tienen fichado antes de ser un asesino, de personas al menos, unos usuarios de facebook con tiempo libre por todos los rastros que deja. Evidentemente el tío no es tonto, pero para no querer darle importancia; decir y tratar de dejar patente con pruebas (piensen en las fotos "imitando" a famosos) que es una especie de genio del mal que tenía todo cavilado... En fin... La única manera de justificar sus torpezas es que está preso de sus ansias de fama, porque lo normal si nos dicen que un genio del escape huye de un país con una camiseta con un enorme Mickey Mouse es que nos entre la risa. Y eso sin contar el dejar todo tipo de información suya al lado de unos trocitos de cadáver. Su única víctima, conviene recordarlo dado que se acentúa en repetidas ocasiones que es un 'asesino serial' la hostia de sagaz.
Da mucha más impresión en este documental que si no lo pillan antes es por incompetencia policial que por pericia del fugitivo. En internet que todo deja un rastro; ¿El era un hacker de la leche (algo en lo que no se hace énfasis) o cómo no se pudo rastrear más eficazmente desde dónde compartía los vídeos o donde estaba? Deja tantos cabos sueltos que desespera que no lo pillasen antes. Y por cierto; ya tenía antecedentes por varios delitos 6 años antes del primer vídeo.
Mi conclusión es que nos flipamos mucho, ensalzamos a gente que circunda entre una notable astucia y ser unos zotes absolutos. Algo viralizado hoy día también con otro colectivo cómo son los narcos, y esto me remite a lo que dijo Nacho Carretero en una entrevista: "Nosotros conocemos a los torpes, que son los que han pillado" y aún siendo torpes les vestimos de glamour con unas imágenes de portentos del crimen en pro del espectáculo. Recordemos los referentes de la joyita que nos ocupa: Sharon Stone en 'Instinto básico', DiCaprio en 'Atrápame si puedes', Christian Bale en 'American psycho', atractivos criminales de FICCIÓN que terminaron por ser sus referentes. Sin embargo no nos cansamos de exhibir figuras como las de Pablo Escobar o Charles Manson, y dedicarles todo tipo de atenciones especiales donde se envuelven de misterio sus personalidades para luego sorprendernos de que broten fans suyos alrededor del mundo. Este es otro melón que abrir y del que quizás deberíamos empezar a hacernos bastantes más preguntas de las que nos hacemos.
Y regreso al "¿De verdad queremos darle fama a estos tipos?", no lo hagamos, pero digámoslo en un documental en la mayor plataforma de streaming del mundo y asegurémonos de enseñar bien todos los datos sobre él, incluidos los nombres de los vídeos y escenas para que sean reconocibles, no vaya a ser que a alguien se le ocurra aportar su granito de arena y aumentar fama del majete. Yo el primero por supuesto.
Y no se puede obviar que cuando está cerrando el puzzle tan magníficamente hay un evidente cabo suelto: Manny, que está claro que no es quién decía Luka, pero: ¿Qué es del otro desequilibrado le acompaña en cómo mínimo el segundo vídeo? Quiero suponer que si Mark Lewis no lo incluye será porque esa información no tiene interés o bien por algún motivo de privacidad, pero cómo espectador ver eso sin resolver me mosquea un poco.
Con virtudes y defectos, al final prevalece lo singular de los sucesos acaecidos, junto con el hecho de que nos hace pensar y a mi escribir sobre temas nada baladíes. Que no me parece poca cosa. Y si no ya saben; siempre nos quedará París.
Da mucha más impresión en este documental que si no lo pillan antes es por incompetencia policial que por pericia del fugitivo. En internet que todo deja un rastro; ¿El era un hacker de la leche (algo en lo que no se hace énfasis) o cómo no se pudo rastrear más eficazmente desde dónde compartía los vídeos o donde estaba? Deja tantos cabos sueltos que desespera que no lo pillasen antes. Y por cierto; ya tenía antecedentes por varios delitos 6 años antes del primer vídeo.
Mi conclusión es que nos flipamos mucho, ensalzamos a gente que circunda entre una notable astucia y ser unos zotes absolutos. Algo viralizado hoy día también con otro colectivo cómo son los narcos, y esto me remite a lo que dijo Nacho Carretero en una entrevista: "Nosotros conocemos a los torpes, que son los que han pillado" y aún siendo torpes les vestimos de glamour con unas imágenes de portentos del crimen en pro del espectáculo. Recordemos los referentes de la joyita que nos ocupa: Sharon Stone en 'Instinto básico', DiCaprio en 'Atrápame si puedes', Christian Bale en 'American psycho', atractivos criminales de FICCIÓN que terminaron por ser sus referentes. Sin embargo no nos cansamos de exhibir figuras como las de Pablo Escobar o Charles Manson, y dedicarles todo tipo de atenciones especiales donde se envuelven de misterio sus personalidades para luego sorprendernos de que broten fans suyos alrededor del mundo. Este es otro melón que abrir y del que quizás deberíamos empezar a hacernos bastantes más preguntas de las que nos hacemos.
Y regreso al "¿De verdad queremos darle fama a estos tipos?", no lo hagamos, pero digámoslo en un documental en la mayor plataforma de streaming del mundo y asegurémonos de enseñar bien todos los datos sobre él, incluidos los nombres de los vídeos y escenas para que sean reconocibles, no vaya a ser que a alguien se le ocurra aportar su granito de arena y aumentar fama del majete. Yo el primero por supuesto.
Y no se puede obviar que cuando está cerrando el puzzle tan magníficamente hay un evidente cabo suelto: Manny, que está claro que no es quién decía Luka, pero: ¿Qué es del otro desequilibrado le acompaña en cómo mínimo el segundo vídeo? Quiero suponer que si Mark Lewis no lo incluye será porque esa información no tiene interés o bien por algún motivo de privacidad, pero cómo espectador ver eso sin resolver me mosquea un poco.
Con virtudes y defectos, al final prevalece lo singular de los sucesos acaecidos, junto con el hecho de que nos hace pensar y a mi escribir sobre temas nada baladíes. Que no me parece poca cosa. Y si no ya saben; siempre nos quedará París.