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Voto de Mesonikis:
10
Drama España franquista. Durante la década de los sesenta, una familia de campesinos vive miserablemente en un cortijo extremeño bajo la férula del terrateniente. Su vida es renuncia, sacrificio y y obediencia. Su destino está marcado, a no ser que algún acontecimiento imprevisto les permita romper sus cadenas. Adaptación de la novela homónima de Miguel Delibes. (FILMAFFINITY)
30 de diciembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Anoche volvía a ver una película que estoy seguro que habréis visto no solo una sino dos veces o más. En ella no se ofrecía una imagen irreal o exagerada de lo que fue España hace algunos años, como algunos, por cojear del pie del que cojean, prefieren afirmar, sino que era una escena captada de la misma realidad, primero por la pluma de uno de los escritores más importantes de este país, y luego, puesta en movimiento y con personajes de carne y hueso por un gran director así como por unas insuperables actrices y actores. Una España que, como ya he apuntado, fue, pero que algunos, más que por nostalgia por interés, quieren que vuelva a ser o, mejor dicho, que no deje de ser.
Se trataba del mundo feudal, oscuro y cruel donde un matrimonio de mediana edad, sus dos hijos mayores, un chico y una chica, la hija menor, una niña eternamente chica y su tío, que compartía con ella ese halo de pureza que solo algunos seres poseen, luchaban por subsistir, pues había seres para los que ellos no eran más valiosos que un par de palomas torcaces o unos cuantos cerdos. Un estado de cosas donde una mísera bombilla pendiente de un cable suponía diferencia infinita con una covacha apenas alumbrada por un cabo de vela. Un mundo donde a los señoritos tan solo les interesaba que sus sirvientes supieran lo justo: escribir con esfuerzo su propio nombre en una libreta para darle en las narices a algún embajador que dudase de la educación que estos recibían en esa España modélica.
En fin, volvía a verla y en cierto modo sentía esa sensación que experimenté cuando en un hospital alguien puso en el único televisor que había una serie sobre urgencias hospitalarias. Porque aquí y ahora todavía hay muchos españoles que siguen viviendo en covachas donde la luz eléctrica es un artículo de lujo. Españoles que no tienen más remedio que resignarse, tragarse el orgullo y decirle a sus patronos que a mandar, que para eso están ellos, para servirlos en los que haga falta por una miseria.
Mesonikis
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