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Voto de Ignacio Ruisánchez:
9
Bélico. Drama Durante la guerra de Vietnam, al joven Capitán Willard, un oficial de los servicios de inteligencia del ejército estadounidense, se le ha encomendado entrar en Camboya con la peligrosa misión de eliminar a Kurtz, un coronel renegado que se ha vuelto loco. El capitán deberá ir navegar por el río hasta el corazón de la selva, donde parece ser que Kurtz reina como un buda despótico sobre los miembros de la tribu Montagnard, que le adoran como a un dios. (FILMAFFINITY) [+]
29 de junio de 2015
23 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta increíble obra de Coppola, por primera vez, deja de lado las ya repetidas críticas entre las lágrimas de las familias y se centra en las consecuencias psicológicas que conlleva la guerra en la gente, adentrándose en el espíritu del soldado. Francis nos enseña como después de la guerra, después del sufrimiento, los soldados no vuelven a ser iguales, como lentamente van perdiendo cada atisbo de humanidad que poseían hasta el punto en el que se convierten en unos salvajes. Me gustaría analizar a todos y cada uno de los participantes de este film pero bastará con dos personajes, el coronel Kurtz y el personaje interpretado por Robert Duvall, a continuación procederé a analizar la personalidad de cada uno.

-Si analizamos en primer lugar la psicología del coronel interpretado por Duvall nos topamos con un hombre al que la guerra ya no afecta pues ha visto tanto dolor que ya perdió hace tiempo toda esperanza en la humanidad, de hecho, hasta en la suya propia.
-En segundo lugar está el coronel Kurtz a quien la dureza del combate lo ha convertido en un auténtico animal al que, a parte de la inteligencia, ningún rasgo humano queda, este se refugia en la selva negándose así a volver a su país, el país que lo envió al infierno, por esta razón evita cualquier contacto con soldados y se adhiere a la vida salvaje.

Aparte de estos aspectos, la película contiene unas extraordinarias interpretaciones, tanto de Martin Sheen (desconocido en aquel momento), como de Duvall, de Brando, de Frederic Forrest y del resto del magnífico reparto.

Las escenas de la obra van siempre acompañadas de melodías formidables, tanto al principio y al final con "The End", de "The doors" (una de las escenas más famosas de toda la historia del cine ,en el que la imagen del capitán Willard, tendido sobre la cama y mirando el ventilador del techo, se une a la de los helicópteros sobrevolando la selva y bordeándola con napalm) o la escena en que los helicópteros del Noveno batallón de la Primera División de Caballería bombardean el poblado vietnamita, todo ello ambientado con la música de Wagner, la «Cabalgata de las valquirias»,

Todos y cada uno de estos elementos son minuciosamente preparados y pensados por el maestro Coppola, alguien que construye, con trabajo y dedicación, una de las mejores películas de la historia, una auténtica OBRA MAESTRA que les aseguro, no quedará en el olvido y la cual todo buen amante del cine debe ver.

Hasta aquí llega mi análisis sobre la película en si, ahora me gustaría comentar como Coppola pudo hacer películas como "El Padrino" (la primera y la segunda obviamente), "Apocalypse Now" o
"La Conversación", auténticas obras maestras, consideradas algunas incluso como las mejores de la historia, y pasar a realizar insultos como "Dracula" o "Jack", películas domingueras que podrían perfectamente haber sido filmadas por directores de menor jerarquía.

Coppola no ha sido el único, ni mucho menos, que se ha vendido dejando de lado el arte y pasando a recoger el dinero, he aquí la pregunta, mí pregunta: ¿VALIÓ LA PENA?
¿Valió la pena continuar lo que debería haberse quedado igual?
Con esto a todos nos vendrá a la mente el bochorno que supuso alargar “El Padrino” hasta la tercera película con el único objetivo de recaudar en taquilla, eso supuso destrozar uno de los finales más melancólicos y emblemáticos de nuestra vida, con toda la familia sentada, en un triste pero fabuloso plano que hubiera sido el final perfecto, la guinda del pastel para la mejor saga de la historia.
¿Valió la pena pasar de hacer cine a pura basura (si me permiten decirlo)?
¿Valió la pena traicionar todo aquello que él representaba?
La respuesta es NO, y yo me pregunto, ¿que hubiera sido de Coppola si hubiera muerto después de hacer “Apocalypse Now”?, ¿cómo lo recordaríamos?... se hubiera quedado con tres de las mejores películas de la historia y obviamente hubiera sido recordado como uno de los mejores directores de la historia, en vez de eso ¿que tenemos?, un director que se acomodó al haber hecho tres peliculones y decidió convertirse en un director mediocre.
La única solución que veo posible es disfrutar de lo que hizo, nos dejo con tres joyas y se lo agradeceremos por siempre pero siempre nos quedaremos con la espinilla, con esa rabia al saber que podría haber hecho muchas más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ignacio Ruisánchez
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