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España España · Sevilla
Voto de Atlantis:
8
Comedia David Shayne es un autor teatral fracasado que, por fin, consigue financiación para una de sus obras. Pero a cambio tiene que aceptar una condición: darle un papel secundario a Olive, la incompetente novia del productor, el gángster Nick Valenti. Olive acude a los ensayos acompañada de su guardaespaldas Cheek, que, lejos de limitarse a vigilarla, se permite sugerir cambios para mejorar la obra. A fuerza de ceder a los consejos de Cheek, ... [+]
17 de octubre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
- "Dígamos que arde un edificio y sólo puedes salvar una cosa: un último ejemplar de Shakespeare, o un ser humano anónimo. ¿Qué harías?"

Woody Allen conduce el interesante dilema moral con la elegancia que acostumbra en sus mejores obras: descargándolo de densidad trágica y disipándolo en una exquisita comedia, en este caso ambientada en el glamuroso Broadway de los años 30'. El jazz y el sonido de esas balas sobre la ciudad sumergen en el lujo de los salones de ocio y en los oscuros callejones transitados por el hampa, en una muy divertida película en la que los personajes-cliché del momento (la trágica diva teatral, el mafioso italo-americano sin escrúpulos) determinarán el futuro del protagonista.

Un artista debe crear su propio universo moral. Este es el concepto clave de la trama y el criterio que discrimina al artista del impostor. El saber adecuarse a esta máxima será el problema del fracasado David Shayne, escritor de teatro con un gran proyecto entre manos pero que, por culpa de su débil capacidad para la dirección y su cuestionable talento artístico, se verá continuamente cuestionado por todo aquel que se acerca a su obra. El papel de Shayne, que podría haber sido interpretado por el propio Allen de haber tenido este algunos años menos, lo lleva a cabo un John Cusack siempre solvente al dar vida a a personajes sobrepasados por situaciones excéntricas ('Medianoche en el jardín del bien y el mal', 'Cómo ser John Malkovich').

Las inestables vicisitudes de la obra de teatro, financiada por un mafioso (Joe Viterelli) cuyo propósito es hacer triunfar a su novia como actriz en ella (una magníficamente irritante Jennifer Tilly), cambiarán la vida del escritor, tanto a nivel personal como profesional. En este último sentido, es el sicario Cheech (Chazz Palminteri) el que, desprovisto de esa moral gris y aburrida que impregna los textos de Shayne, "elige el último ejemplar de Shakespeare" en un momento determinado, creando una verdadera crisis existencial en el escritor de la obra y, aunque sea cruel, un gozo para el espectador.
Atlantis
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