"...A Dios pongo por testigo, a Dios pongo por testigo, de que no lograrán aplastarme, viviré por encima de todo esto, y cuando haya terminado, nunca volveré a saber lo que es hambre, no,ni yo ni ninguno de los míos, aunque tenga que estafar, que ser ladrona o asesinar, a Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre..."

El clásico del siglo XX, muchos dirán lo contrario, pero sin duda alguna podemos comprobar la calidad interpretativa de dos de los grandes, Vivien Leigh sin ella esta película no sería lo mismo, y Clark Gable "el caballero".
Para adorar esta película hay que sentirla y disfrutarla desde el primer momento, porque a medida que avanza sientes el paso del tiempo en tus carnes. Hasta llegar al final y sentirte agotado y satisfecho.