Impecable, lo primero que me dije.

Manhunt (y va para las dos temporadas) ha tratado con tanto cuidado y respeto estos casos tan detestables, tan siglo XX, a los que estamos acostumbrados y que son parte del cotidiano; que a muchos nos quedan grabados en la memoria a pesar de que pasen años y décadas.
Creo que logra meterse en un aspecto que no muchos documentales o series sobre crímenes (de ficción o de casos reales - aunque sí me recordó mucho a Broadchurch-) logran mostrar: la construcción y el largo y lento proceso de un caso con todo lo que conlleva, hurgando en recovecos tal vez, poco explorados en las producciones de este género; desde una denuncia, a las profundas expresiones faciales de terror de las víctimas, la ineficacia, el autocuestionamientos, burocracia, frustraciones, desesperanzas, familia, memorias, relaciones humanas; todo, absolutamente todo está expuesto así por Marc Evans, Martin Clunes (y un reparto variado, comprometido y talentoso) casi de manera artesanal, tan prolijo, conmovedor y tal vez inolvidable.