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España España · Alcalá de Henares
Voto de cinefilico:
10
Drama Estados Unidos, años 50. Jack (Hunter McCracken) es un niño que vive con sus hermanos y sus padres. Mientras que su madre (Jessica Chastain) encarna el amor y la ternura, su padre (Brad Pitt) representa la severidad, pues la cree necesaria para enseñarle al niño a enfrentarse a un mundo hostil. Ese proceso de formación se extiende desde la niñez hasta la edad adulta. Es entonces cuando Jack (Sean Penn) evoca los momentos trascendentes ... [+]
22 de octubre de 2011
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguien tiene la osadía de preguntar alguna vez por qué el cine es considerado un arte basta con contestarle con cuatro palabras. The Tree of Life.

Malick crea un maravilloso poema de casi dos horas y media que se pasan en un suspiro, embelesado entre corrientes de agua, acantilados imposibles y nebulosas deslumbrantes. Una metáfora perfecta, redonda, que el director realiza superponiendo derroches sensoriales con un cuento sobre la vida y la naturaleza.

Es así como yo lo he visto, aunque es posible, que otro lo vea de manera distinta. Es lo bueno que tienen las metáforas, cada uno puede interpretar lo que ve de la manera que crea más conveniente. En mi caso he visto al trio protagonista como una alegoría de la vida por un lado y de la naturaleza por el otro.

Brad Pitt es el rudo padre de una familia de clase media. Un ex-marine que basa su vida en las ordenes militares y así es como cree que es mejor educar, desde la exigencia para así convertir a los vástagos en hombres fuertes. Pitt es la guerra, el odio, el poder, la muerte, pero también los rápidos de un río, la montaña escarpada, el huracán.

Jessica Chastain tiene un papel de madre pasiva pero omnipotente. No dice mucho pero siempre está presente. Ella es la serenidad, la paz, el equilibrio, la vida, pero también el profundo océano, la pradera, la brisa veraniega.

Hunter McCracken, el hijo mayor, tiene tal vez el personaje más complicado, el del ser humano. El es la duda, las ganas de aprender, la rebelión frente a lo dado, la necesidad del por qué, el error, la transición. Una transición hacia el perdón, hacia la disculpa y hacia la comprensión que toda persona tiene que realizar alguna vez en la vida.

Todo en el film es poético. No solo el guion, o las espectaculares actuaciones. También el montaje pausado, una fotografía de una belleza crepuscular, una banda sonora adaptada cuidadosamente escogida para que acompañen a las imágenes de la mejor forma posible, un sonido que te abraza... Una obra maestra como hay pocas.

Un 100.
cinefilico
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