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Voto de Vivoleyendo:
8
Cine negro. Thriller La meticulosa planificación de un atraco a una joyería, por parte de una banda de delincuentes, le sirve a Huston para ofrecer un relato lleno de intensidad, amén de un realista e insuperable estudio de los personajes y sus motivaciones. Sin lugar a dudas, una de los mejores películas del cine negro de todos los tiempos, con el gran Hayden y una seductora y sexy Marilyn Monroe. (FILMAFFINITY)
3 de julio de 2010
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Estados Unidos hubo una crónica negra de hampa y gángsters que se adueñaban de distritos enteros de grandes ciudades como Chicago o Nueva York. Por las calles que olían a lúgubre, retumbaban los disparos y corría la sangre. El terror establecía una ley de silencio. Nadie veía nada, nadie oía nada, nadie sabía lo que pasaba. Todos eran mudos y sordos ante las autoridades que de cuando en cuando hacían como que trataban de solucionar algo en aquella jungla de fieras letales y escurridizas, como las panteras negras que en las selvas trepan silenciosas por los troncos y observan a sus presas sin ser vistas.
La policía, o al menos parte de ella, solía estar también metida en el ajo, por aquello de que si no puedes con tu enemigo, únete a él, o porque ser un policía corrupto y compinchado con los capos locales rinde muchos más beneficios y así no ponen precio a su cabeza por desbaratar los turbios planes. Es más rentable, y mejor para el pellejo, llevarse bien con la mafia.
“La jungla de asfalto”, con esa fotografía algo tenebrosa y tristona en aquel blanco y negro que parecía hecho a la medida del género de gángsters, se introduce en uno de aquellos distritos selváticos que suponían una pesadilla para los policías honrados. Pocos son los ciudadanos que se emplean en trabajos inocuos. Lo normal es ver a padres de familia desvalijadores de cajas fuertes, pistoleros con fama de no temblarles la mano al encañonar, negocios de apuestas ilegales que además sirven de tapadera para otros negocios, y ciudadanos con oficios respetables que por detrás se dedican a planear robos y golpes con los que poder retirarse.
En uno de esos distritos nos encontramos. Un personaje de acento extranjero, recién salido de la cárcel, se encamina directamente a consultar con algunas personalidades para exponerles un estudiado plan: un golpe a una joyería. Lo ha calculado muy bien, y busca a hombres capaces y, ante todo, a un perista que ponga el capital inicial con el que pagar la parte estipulada a los esbirros y que compre las joyas robadas. Cada esbirro realizará una misión: un conductor con pericia, un especialista en cajas fuertes, y un pistolero de temple firme. Una vez logrado el golpe, las joyas tendrían valor suficiente para compensar de sobra el capital invertido por el perista, y para que cada uno obtuviera una fracción cuantiosa.
Contando además con la mano ancha de un teniente poco escrupuloso encargado de vigilar la zona, parece el golpe perfecto para que los miembros del plan dejen volar la imaginación… Pero desde el comienzo las cosas no irán saliendo según lo esperado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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