Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Vivoleyendo:
8
Bélico Segunda Guerra Mundial, 1944. Tras el desembarco de los Aliados en Normandía, a un grupo de soldados americanos se le encomienda una peligrosa misión: poner a salvo al soldado James Ryan. Los hombres de la patrulla del capitán John Miller deben arriesgar sus vidas para encontrar a este soldado, cuyos tres hermanos han muerto en la guerra. Lo único que se sabe del soldado Ryan es que se lanzó con su escuadrón de paracaidistas detrás de ... [+]
20 de junio de 2007
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra de las películas de Spielberg que meten el dedo en la llaga y que no escatiman en dureza.
Lo primero que vemos son unas escenas escalofriantes y dantescas, de un realismo apabullante, sobre la masacre del desembarco de Normandía. Nos vemos envueltos en un panorama en el que hay disparos por doquier, explosiones, hombres destrozados, pánico, horror. Después, unos altos mandos toman la caritativa decisión de enviar soldados como cabezas de turco para rescatar a correligionarios que sean hijos únicos o que hayan perdido a sus hermanos en la guerra, para que sus madres no se queden sin ningún hijo.
El grupo de soldados protagonistas ha sido enviado para esa misión. Tienen que buscar a un soldado en concreto como el que busca una aguja en un pajar que tenga la extensión de toda Francia, poniendo en peligro sus propias vidas (ese pequeño inconveniente sin importancia no lo han tomado en consideración los altos mandos).
Por supuesto, están metidos en medio de la guerra, en una Francia ocupada y devastada, y no vemos la gloria del soldado, no hay gallardía, sino terror, miedo a la muerte, miedo a ser heridos, matar para no morir o para sobrevivir un segundo más, añoranza del hogar y de los seres amados, compasión que se paga cara. Hombres que llevaban vidas normales y pacíficas y que ahora van cayendo como chinches, sin saber si vivirán para ver el día siguiente, mientras apenas consiguen conservar la cordura. Algunos van muriendo tiroteados, desangrados hasta morir y dedicando sus últimos pensamientos a sus madres.
Y uno de los detalles que más llegan es observar la vida cotidiana de estos hombres perdidos en cualquier lugar desolado, con sus conversaciones corrientes, sus bromas, sus miedos, sus silencios y sus esperanzas.
Y esa frase lapidaria: "¿Tenemos que morir ocho para salvar a uno?"
Nunca una imagen que muestre la bandera de los Estados Unidos ha insinuado una crítica tan ácida y amarga. ¿Quién podía sentirse orgulloso?
Brutalmente cruda, brillantemente patética.
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow