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Voto de Vivoleyendo:
8
Drama Thomas, un pastor protestante que celebra los oficios religiosos con la iglesia casi vacía, es un hombre solitario que sufre una profunda crisis espiritual y cuya vida carece de sentido. Incluso el amor que le profesa la maestra Marta se ha vuelto para él una carga insoportable. Su situación se agrava al verse incapaz de ofrecer ayuda alguna a una pareja de campesinos que acuden a él para pedirle consejo. (FILMAFFINITY)
11 de febrero de 2008
45 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dudas existenciales, frialdad y vacío se conjugan para dar forma a este drama breve que pone en tela de juicio las bases de la fe.
Una soledad descarnada parece impregnar cada fotograma y trascender la pantalla para envolver al espectador en una garra gélida, mientras el sacerdote protestante se debate en el dilema de su interior. Habiendo perdido el motor de sus creencias y hallándose perdido en mitad de los páramos en los que su alma parece sumida, su propia existencia, todo lo que existe, se le antoja algo fútil y carente de sentido. Enfermo de soledad y hastío e incapaz de despertar su corazón reseco, su vida se desliza en una hueca rutina de oficios religiosos casi desiertos de feligreses y en una labor de guía espiritual que ha caído en desuso y en la que él ya no cree. Nada consigue despertar sus sentimientos marchitos, ni siquiera el desesperanzado amor de una mujer que se estrella contra el muro de su indiferencia.
La razón de ser, cuestionada y esquiva; la angustia de dar tumbos sin encontrar un asidero, algo lo suficientemente firme en lo que creer; la cruda soledad del ser humano, que se empeña en vano en buscar en lo divino y en lo humano solaz para el alma torturada... En suma, una exposición del desamparo que subyace bajo la fachada, bajo los ritos litúrgicos ejecutados por pura inercia pero que han perdido su misticismo y su fuerza porque quien los lleva a cabo no cree en lo que hace ni en lo que promulga. Y la desesperación de quienes pierden el norte y carecen de la fortaleza o del valor suficiente para afrontar el dolor y la sinrazón de esta vida a menudo insatisfactoria y asfixiante.
Este drama es un puro grito silencioso en busca de algo que conecte alma y Dios, un espíritu y otro espíritu, en busca de una verdad que no existe o que está fuera de nuestro limitado alcance.
Todo es relativo y no existen verdades absolutas, nada garantiza irrefutablemente la existencia de Dios ni el propósito del devenir humano. ¿Es que sólo estamos aquí por un mero capricho de la naturaleza? ¿Por qué nos empeñamos en perseguir sueños místicos que escapan a nuestra razón, con los que tratamos de sofocar el ansia de creernos más que polvo y materia? ¿Somos más que una mota insignificante en el Universo?
El clima frío y nevado del pueblo, que simboliza el frío interior... El lento desarrollo de una trama sin embargo desasosegante... Y ninguna concesión a la luz de la esperanza.
Lo más hondo de nuestras dudas, analizado con la triste e inquietante atmósfera de la que Bergman hace gala como un experto en diseccionar la desazón y la melancolía.
Vivoleyendo
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