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Voto de Vivoleyendo:
7
Intriga. Thriller Will Dormer (Al Pacino), un veterano detective de Los Ángeles, viaja a un pequeño pueblo de Alaska con su compañero Hap (Donovan) para investigar el asesinato de una chica de 17 años. En Los Ángeles queda pendiente un oscuro asunto que les incumbe a los dos. Una vez en Alaska, entran en contacto con el principal sospechoso, Walter Finch, un novelista solitario (Robin Williams). (FILMAFFINITY)
16 de septiembre de 2009
29 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
En las latitudes más boreales del planeta, durante los meses en los que el hemisferio norte apunta hacia el sol, la noche nunca llega. Una perpetua claridad impide que el cielo se vuelva negro.
Quienes llegan a esas latitudes y no están acostumbrados a esa luz crepuscular constante, a esa escasa distinción entre el día y la noche, los primeros días suelen librar una batalla para conciliar un sueño que huye hora tras hora.
Es terrible padecer insomnio. Las horas se prolongan en una interminable letanía en la que el silencio es tan ominoso como el oscuro brocal de un pozo. Te asomas a un túnel que cae al vacío y en el que flotan a tu alrededor, amplificados, tus obsesiones y tus recuerdos más persistentes. Cualquier pensamiento se magnifica y se multiplica hasta la machaconería. Y la cama, otras veces cómplice, se convierte en enemiga declarada. En una ironía de inútil blandura que no hace más que recordarte todos esos minutos que se burlan de ti y que transcurren con exasperante lentitud.
Si el insomnio es una tortura en sí mismo, entonces cuando no tienes la conciencia tranquila ya no es sólo una tortura; es un castigo en el que una especie de perros vengadores te persiguen sin cesar, te ladran y te muestran los colmillos.
Nolan, según yo veo, no se luce demasiado con este thriller al uso sobre malas conciencias que roban el sueño tanto como las noches blancas del norte. Pacino, como siempre, respetable y en su línea, en un papel que se debate entre el buen policía y el mal policía. Hilary Swank, algo desaprovechada. Robin Williams, valiente al querer quitarse la pátina de bonachón de sus habituales registros, pero no da mucho la talla. Y los demás, sin sorpresas. Fotografía de calidad y música que se merece ser escuchada con un buen equipo de audio.
Por lo demás, no se sale de un guión corriente en el que, si acaso, en lo que más se profundiza es en la facilidad con la que el alma se corrompe y se desvía. No existen los "polis siempre buenos" ni los "polis siempre malos". Tampoco hay inocentes, al menos no la gran mayoría. Como dice el personaje de Lisbeth Salander en la saga "Millennium" de Stieg Larsson: "No hay inocentes; sólo distintos grados de responsabilidad."
Hay que tener mucho coraje para saber lo que es correcto y admitir la verdad.
Y aprender a vivir con lo que tanto cuesta sacar a la luz.
Vivoleyendo
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