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Voto de Vivoleyendo:
5
5,4
76.014
Aventuras. Acción. Ciencia ficción
Año 1957, en plena guerra fría. Indiana Jones (Harrison Ford) consigue de milagro salir ileso de una explosiva situación con unos agentes soviéticos en un remoto desierto al que llegó detenido junto a su amigo Mac (Ray Winstone). El decano de la Universidad (Jim Broadbent) le confiesa a su amigo el profesor Jones que las últimas misiones de Indy han fracasado, y que está a punto de ser despedido. Mientras tanto, Indiana conoce a Mutt ... [+]
24 de mayo de 2008
10 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, vayamos por partes.
La primera parte, será la aclaración de por qué he ido al cine a verla.
La segunda, mis impresiones sobre la película.
Y la tercera, dos homenajes.
Primera parte: Aclaración.
Pues, ni más ni menos, el amor es lo que me ha impulsado a escogerla entre todas las de la cartelera (que, para ser sinceros, no está muy boyante estas últimas semanas). Como ya imaginaréis, no se trata de amor a la saga del arqueólogo aventurero. Tengo puntuadas las cuatro partes con cinco estrellitas, y gracias. Ya aclaré con anterioridad que las peripecias del chulillo y encantador Indy no me han transportado nunca a los reinos celestes, exceptuando el deslumbramiento propio de cuando se ven estas películas a la edad apropiada. Pero, aún así, siempre me encandilaron infinitamente más otras obras del rey Midas de Hollywood, como "E.T., el extraterrestre", y sus colaboraciones con otros directores, dando lugar a pequeñas maravillas como "Los Goonies" o "Star Wars". Por el motivo que sea, el mítico e inquieto profesor de arqueología no ha conseguido jamás rebasar la barrera de lo intocable en mi arsenal.
A lo que iba. La razón de mi visionado ha sido el amor a mi chico, a quien le importa mucho mi opinión acerca de todas las cosas (lo cual es recíproco), y que expresamente me ha pedido que la viese y que le deleitase con la crítica que, como siempre sin falta, iba a escribir.
Pues allá va, cariño. Y esto me lleva a la segunda parte.
Segunda parte: Mis impresiones.
La estructura del guión sigue los mismos pasos que las partes anteriores, y conserva fresco el típico humor spielbergiano, los mismos giros, escenarios similares y la premisa de la acción imparable. De modo que yo no considero que me haya decepcionado. Simplemente, se mantiene por su camino habitual. No se puede esperar más.
Indy continúa con la enseñanza de la arqueología en la universidad, mientras se embarca en increíbles aventuras en sus ratos perdidos. Los años no han conseguido que muestre más afición a la vida sedentaria.
Desde las útlimas aventuras en compañía de su padre, ya ha transcurrido más de una década y el trasfondo político e ideológico internacional ha cambiado de la anterior predominancia del fascismo al auge del comunismo soviético. Indy se ha pasado los últimos años haciendo labores de espionaje en plena Guerra Fría, siempre con misiones relacionadas con el hallazgo de importantes restos arqueológicos. En la actualidad, los soviéticos lo persiguen, al mando de una lugarteniente de Stalin que busca la forma de llegar a aquella ciudad de leyenda que tanto obsesionó en el pasado a los exploradores y conquistadores españoles: El Dorado. Para ello, la clave es encontrar una calavera de cristal que supuestamente está dotada con poderes sobrenaturales y que fue robada de El Dorado, su ubicación original. Y, por supuesto, nadie más podría saber tanto acerca de esa reliquia como el doctor Jones.
La primera parte, será la aclaración de por qué he ido al cine a verla.
La segunda, mis impresiones sobre la película.
Y la tercera, dos homenajes.
Primera parte: Aclaración.
Pues, ni más ni menos, el amor es lo que me ha impulsado a escogerla entre todas las de la cartelera (que, para ser sinceros, no está muy boyante estas últimas semanas). Como ya imaginaréis, no se trata de amor a la saga del arqueólogo aventurero. Tengo puntuadas las cuatro partes con cinco estrellitas, y gracias. Ya aclaré con anterioridad que las peripecias del chulillo y encantador Indy no me han transportado nunca a los reinos celestes, exceptuando el deslumbramiento propio de cuando se ven estas películas a la edad apropiada. Pero, aún así, siempre me encandilaron infinitamente más otras obras del rey Midas de Hollywood, como "E.T., el extraterrestre", y sus colaboraciones con otros directores, dando lugar a pequeñas maravillas como "Los Goonies" o "Star Wars". Por el motivo que sea, el mítico e inquieto profesor de arqueología no ha conseguido jamás rebasar la barrera de lo intocable en mi arsenal.
A lo que iba. La razón de mi visionado ha sido el amor a mi chico, a quien le importa mucho mi opinión acerca de todas las cosas (lo cual es recíproco), y que expresamente me ha pedido que la viese y que le deleitase con la crítica que, como siempre sin falta, iba a escribir.
Pues allá va, cariño. Y esto me lleva a la segunda parte.
Segunda parte: Mis impresiones.
La estructura del guión sigue los mismos pasos que las partes anteriores, y conserva fresco el típico humor spielbergiano, los mismos giros, escenarios similares y la premisa de la acción imparable. De modo que yo no considero que me haya decepcionado. Simplemente, se mantiene por su camino habitual. No se puede esperar más.
Indy continúa con la enseñanza de la arqueología en la universidad, mientras se embarca en increíbles aventuras en sus ratos perdidos. Los años no han conseguido que muestre más afición a la vida sedentaria.
Desde las útlimas aventuras en compañía de su padre, ya ha transcurrido más de una década y el trasfondo político e ideológico internacional ha cambiado de la anterior predominancia del fascismo al auge del comunismo soviético. Indy se ha pasado los últimos años haciendo labores de espionaje en plena Guerra Fría, siempre con misiones relacionadas con el hallazgo de importantes restos arqueológicos. En la actualidad, los soviéticos lo persiguen, al mando de una lugarteniente de Stalin que busca la forma de llegar a aquella ciudad de leyenda que tanto obsesionó en el pasado a los exploradores y conquistadores españoles: El Dorado. Para ello, la clave es encontrar una calavera de cristal que supuestamente está dotada con poderes sobrenaturales y que fue robada de El Dorado, su ubicación original. Y, por supuesto, nadie más podría saber tanto acerca de esa reliquia como el doctor Jones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En un vertiginoso viaje que nos conduce por los restos de antiguas cvilizaciones precolombinas en Perú y en el Amazonas, sentimos el latigazo de la adrenalina, nos reímos con los golpes humorísticos y pasamos un rato entretenido. Efectos especiales apabullantes, mucha tontería fantasiosa (que, como ya he declarado, en la películas de Indy no me apasiona) y, cómo no, momentos caramelosos a lo "Indy va sentando la cabeza".
Ni más ni menos que las otras. Para los amantes del cine de acción espectacular, será un deleite. Para los que no lo vean más que como una simple distracción sin más pretensiones, cumplirá. Y para los que no sean partidarios del estilo Indy, pasará sin pena ni gloria.
Tercera parte: Homenajes.
Primer homenaje: A John Williams. Eres uno de los mejores compositores cinematográficos. Me has robado el corazón con muchas de tus partituras, y te diré que no habrá otro como tú. Que no admiro a ningún otro compositor como te admiro a ti. Tú haces que cualquier película tenga un alma mucho más profunda de lo que la tendría sin tu música. Mis aplausos, y que sigas siendo tan incombustible.
Segundo homenaje: Al doblador Salvador Vidal. Ya tenía ganas de agradecerte lo mucho que me has estremecido durante toda mi vida con tu extraordinaria voz. Creo que tu voz es la más hermosa del mundo. Es ultraterrena. Sin ella, Harrison Ford no parece tan atractivo, y cualquier actor al que se la prestes gana mucho. Incluso el documental más aburrido, el spot publicitario más simple, se convierten en algo llamativo y seductor. No sé cómo es tu rostro, no sé nada acerca de ti, ni quiero saberlo. Sólo quiero seguir escuchándote en los labios de Harrison Ford, de Mel Gibson, de Liam Neeson, de cualquiera. Incluso seguiría al diablo a su guarida sin chistar, inconscientemente, si tuviese tu voz y me hipnotizara con ella.
Y con esto termino.
Ni más ni menos que las otras. Para los amantes del cine de acción espectacular, será un deleite. Para los que no lo vean más que como una simple distracción sin más pretensiones, cumplirá. Y para los que no sean partidarios del estilo Indy, pasará sin pena ni gloria.
Tercera parte: Homenajes.
Primer homenaje: A John Williams. Eres uno de los mejores compositores cinematográficos. Me has robado el corazón con muchas de tus partituras, y te diré que no habrá otro como tú. Que no admiro a ningún otro compositor como te admiro a ti. Tú haces que cualquier película tenga un alma mucho más profunda de lo que la tendría sin tu música. Mis aplausos, y que sigas siendo tan incombustible.
Segundo homenaje: Al doblador Salvador Vidal. Ya tenía ganas de agradecerte lo mucho que me has estremecido durante toda mi vida con tu extraordinaria voz. Creo que tu voz es la más hermosa del mundo. Es ultraterrena. Sin ella, Harrison Ford no parece tan atractivo, y cualquier actor al que se la prestes gana mucho. Incluso el documental más aburrido, el spot publicitario más simple, se convierten en algo llamativo y seductor. No sé cómo es tu rostro, no sé nada acerca de ti, ni quiero saberlo. Sólo quiero seguir escuchándote en los labios de Harrison Ford, de Mel Gibson, de Liam Neeson, de cualquiera. Incluso seguiría al diablo a su guarida sin chistar, inconscientemente, si tuviese tu voz y me hipnotizara con ella.
Y con esto termino.