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Voto de Vivoleyendo:
2
Cine negro. Intriga Michael O'Hara (Orson Welles), un marinero irlandés, entra a trabajar en un yate a las órdenes de un inválido casado con una mujer fatal (Rita Hayworth) y queda atrapado en una maraña de intrigas y asesinatos. (FILMAFFINITY)
28 de abril de 2009
24 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esto era una tipa de ésas que se casan con un adefesio podrido de dinero, porque no quieren estropearse sus lindas manos trabajando como todo quisqui, y qué cutre eso de tener un pisito normal, un marido con un sueldo modestito cargado de deudas (la hipoteca, las letras del coche, las facturas...), vecinos de clase trabajadora, y tener que hacer la compra en los mercadillos, los baratos y las rebajas. Qué cosa tan súper chunga de la muerte, eso de dar el callo alguna vez en la vida, no hay nada más horrible que romperte una uña que te has pintado con tanto esfuerzo y que ha tardado horrores en secarse, porque has tenido que comprarte el esmalte de uñas en un "Todo a 1 euro" y por supuesto es más malo que el vino de garrafón. Y, después de semejante trauma, no tiene perdón no poder salir pitando hacia la consulta de un prestigioso psiquiatra que te saque los cuartos por escucharte decir que el maquillaje que te has comprado no tiene el tono adecuado, o que no estás muy satisfecha con el último cuadro que te has comprado, total, una bagatela de apenas unos milloncejos de euros, poca cosa.
Y claro, la pobrecita que no quiere dar el callo (sí que es tonta, si cualquiera está loco por arrimar el hombro, aguantar a un jefe capullo, y trabajar más horas que un reloj por una miseria), pues le echa el guante al primer pardillo con pasta, y tiene el estómago de una vaca por lo visto, pero qué más da, ya no tiene que vivir en una mierda de pisito, ni estar casada con un fracasado de clase media, ni pagar una hipoteca, ni cientos de facturas, ni tiene que estropearse sus lindas manos haciendo faenas, ni tiene que comprarse el esmalte de uñas en el "Todo a 1 euro". Ni que romperse ni una uña, por descontado. Ahora vivirá en un caserón, estará casada con un fracasado pero, eso sí, cargado de dinero, gastará a manos llenas, tendrá un yate, podrá comprarse mil esmaltes de Chanel si se le antoja, y acudir a un psiquiatra de ésos que se forran a costa de las señoras ricachonas.
Si, además, la tipa está como un tren, entonces podrá cazar a algún otro pringao que le baile el agua.
Pobrecita, hay que entenderla, es duro eso de casarse con un millonario...
Vivoleyendo
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