Hace tiempo, en mi época de estudiante, seguí muchos episodios y varias temporadas. Yo también me enganché a las salas de aquel hospital de Chicago que me enseñó a admirar un poco más esa profesión tan sacrificada, la de la sanidad. Además, una se convertía en otro miembro de esa gran fraternidad de gente que hacía turnos de un montón de horas y luchaba por salvar vidas, hacía amigos, se enamoraba, pasaba por mil problemas, trataba cada día a incontables pacientes y nos enseñaba lo que era la humanidad, la compasión, las agallas, el miedo, el estrés, el cariño...
La calidad de la serie, tanto en su plano emocional, como en el del guión (consigue que el County General sea real) y las actuaciones, hace de "Urgencias" un fenómeno televisivo que se merece todos sus premios.
Quince temporadas haablan por sí solas.