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Voto de Vivoleyendo:
8
Aventuras. Drama Chuck Noland, un ejecutivo de la empresa multinacional de mensajería FedEx, se ve apartado de su cómoda vida y de su prometida a causa de un accidente de avión que lo deja aislado de la civilización en una remota isla tropical en medio del océano. Tras cuatro años de lucha por la supervivencia, completamente solo en la isla, Chuck aprende todas las técnicas de subsistencia mientras sufre la tortura de la soledad. La solución: arriesgar ... [+]
27 de diciembre de 2012
35 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las mareas vienen y van, el tiempo pasa veloz, muy veloz, y vivimos tan deprisa que ya no sabemos apreciar los amaneceres, dejamos todo lo importante para después, siempre postergando la verdadera vida, mientras nos ocupamos de todo lo nimio, pendientes del maldito minutero, que si ya voy tarde, que si este envío tiene que llegar a la hora justa a su destino, que si me tengo que ir, cariño, vuelvo enseguida, te veré dentro de cuatro días cuando regrese de mi viaje de negocios y entonces hablaremos de amor, de este amor que se queda para luego porque ahora no podemos, pensaré en ti a miles de kilómetros, me llevaré el viejo reloj de cuerda que me has regalado y miraré tu foto en lugar de mirarte a ti. En el trayecto del coche al aeropuerto te doy el anillo de compromiso (esa es la forma actual de pedir matrimonio) y corro a montarme en el enésimo avión.
Yo que tanto aporreo a mis empleados con la puntualidad, la precisión, la eficiencia, tanta verborrea superficial, olvido que cuando la diosa suerte y el dios caos lanzan los dados no hay relojes ni planes que valgan. Todo se me va al garete en un momento cuando el avión que me lleva lejos de ti se estrella entre las aguas del océano y yo logro sobrevivir pero me he quedado completamente solo en una isla perdida en el trópico que seguramente ni siquiera figura en los mapas.
Y así, toda mi vida tan sofisticada y organizada se ve reducida a cómo diantres me las voy a arreglar para conseguir comida, encender un fuego, librarme de ese dolor de muelas que me está torturando porque tuve miedo de ir al dentista, no volverme loco de soledad y encontrar un modo de que algún barco me descubra o la forma de salir de aquí como sea.
Tiempo es lo que más tengo ahora, todo el tiempo que quiera para darme cuenta de cómo lo desperdicié.
Y aunque no todos acabemos en una isla desierta, parémonos a apreciar lo que Chuck Noland ha aprendido a lo bruto: no midas el tiempo en minutos y segundos. Mídelo en sonrisas, caricias, gestos, latidos del corazón.
Quién sabe qué traerá la marea, adónde llevará la corriente. Mientras respiramos, amanece. El sol y la Tierra no usan relojes, no los necesitan para saber cómo tienen que moverse por el Universo. No postergan su danza para luego; siempre están danzando.
Sencilla idea a lo Robinson Crusoe, pero hermosa y bien representada en la pantalla. Tom Hanks, el abanderado ideal de los urbanitas náufragos. El rumor del mar como única compañía junto con un reloj parado, una foto descolorida y un balón de fútbol con una cara pintada.
Aprender a sobrevivir, aprender a vivir. Ya se nos había olvidado cómo se hace.
Vivoleyendo
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