Una tercera parte en la que se baja bastante el nivel de calidad en la historia.
La misma presenta como conflictos principales:
1. La lucha de Superman contra un genio de las tecnologías digitales (Richard Pryor), el cual trabaja para un magnate (Robert Vaughn) con viles ambiciones de dominar el mundo.
2. Y la batalla interna que el personaje debe llevar, ya que sale a relucir su lado oscuro, el cual da vida a un maligno Superman.

Ahora bien, la trama es bastante estúpida y tontona en sus planteos. Hay muchas situaciones delirantes donde su pretendido humorismo repele más que causar gracia. El personaje no se merecía ser involucrado en un desaguisado cómico que no tiene ni pies ni cabeza, pues termina realizando muchas payasadas que no van con el carácter de un superhéroe de la talla de Superman.

Como vemos, esta tercera parte es prácticamente una comedia llena de gags bobalicones. Fantasía hay, claro que sí, sobre todo al final cuando el conflicto entra ya en la etapa de la resolución. Pero la misma no puede alejarse nunca del carácter tontón que se respira de fondo, y por tanto nunca como espectadores podemos tomarnos en serio a esta aventura que se pone en pantalla.

Tampoco me gusta de esta tercera entrega el tema de los villanos, me parecen muy memos en sus actitudes y hasta en sus malignos propósitos. Quizás se pueda rescatar la presencia –solo por su belleza física, ya que el personaje es tan insustancial como los demás- de la femme fatale de la cinta: Pamela Stephenson.
Richard Pryor sobreactúa, es muy comediante para una película de género fantástico. Cae bastante pesado en su interpretación.
Robert Vaughn no lo hace mal, pero su personaje lamentablemente no cautiva ya que tiene un perfil demasiado extravagante en su mentalidad y en sus conductas.

Como positivo hay que mencionar la presentación visual de la cinta, tanto por algunos de los efectos especiales como por la decoración de las escenografías.

En fin, el carácter cómico de esta cinta diluye mucho el espíritu de aventura y fantasía que hay detrás, el cual tampoco es muy lúcido en sus planteos como para estimular al espectador. No recomendada, excepto por algunos pasajes en donde existe esa dualidad de personalidades en Superman y por la factura técnica.
Típico filme que no está a la altura del personaje, es muy injusto y triste transformar el superhéroe en un payaso de circo.