Estamos ante un ensueño de technicolor,y de cómo interpreta la historia Cecil B. De Mille. Y esta vez no me quejo tanto, hay entretenimiento a pesar de lo largo de su metraje y de lo obsolteto de su grandilocuencia. Los paisajes naturales de las Montañas Rocosas merecen aunque sean de estudios. Esos colores de la Paramount ...no se podía competir con ellos. Se llevó oscar por decorados. No a la mejor película.
Los actores en este caso no están tan afortunados, están envarados. Hasta el joven Gary Cooper, que hacía comedias de Hawks por esta época no cesa de arquerar cejas y poner mohínes, nada que ver con la sombría madurez de sus posteriores westerns de finales de los 50.
Aquí tenemos al grupo organizado y su forma política, la monarquía, y por otra parte el héroe americano individualista, solitario y a lo suyo, la ley, a su modo. Como tantas veces en la historia , estos "primos hermanos" (canadienses y estadounidenses) son aliados contra los "ejes del mal", en este caso los subversivos y los indios.
Esto está a mitad de camino de la lección de historia adulterada, esta vez la de Canadá y sus indios y el western sin condimento. Aquí solo hay un vaquero, un Texas Ranger con una misión (atrapar al asesino Corbeau), para ello, se nos disfraza a Cooper de Tom Mix pañuelito incluído, chalequito y reloj de cadena, pistolas y sombrero. Montana está a una hora, vamos unas cuantas millas a caballo sin importancia y lo que quiere Cooper es llevar ante la justicia americana preso al tal Corbeau (cuervo en francés). Los dos protas (Preston Foster y Robert Preston, monta tanto tanto monta ) son los buenos y valientes aunque algo limitditos tras sus bigotitos y casacas y visten de rojo canadiense. Se ensalza el gremio de esta especie de fuerza nacional de defensa que actuaba en nombre de la Commonwealth y su majestad de Inglaterra. En medio están los colonos y los mestizos (llamados "metis"), tres líderes ( el maestro y cerebro Riel, el traficante de whisky Corbeau y el trampero Duroc) que son los que azuzan una revuelta de independencia contra los ingleses. Para ello avivan el odio entre los indios hacia los ingleses (Oso Grande el jefe les dirige) y Corbeau el prófugo les convence dándoles una ametralladora- cañón.
Se me olvidaba la chica, una mestiza morena de ojos casi celestes (Paulette Godard) haciendo de salvaje en un plano calcado de "Tiempos modernos" cuando comía plátanos robados. La exesposa de Chaplin ya hacía de partenaire de Gary Cooper en "Los inconquistables" y el technicolor era más que agradecido a su presencia.
Más llevadera aunque no por ello excelente, da una curiosa visión coloreada de la historia, siempre que no te pares a pensar qué te están contando.