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Voto de pablo garcia del pino:
10
Cine negro. Intriga. Drama Los Ángeles, 1937. El detective Gittes, especializado en divorcios, recibe la visita de la esposa de Mulwray, el jefe del Servicio de Aguas de la ciudad, que sospecha que su marido la engaña. Al mismo tiempo, Gittes descubre que los agricultores acusan a Mulwray de corrupción por su negativa a construir un pantano que paliaría la sequía que sufren. Poco después, el escándalo salta a la prensa, pero la cosa se complica cuando una mujer ... [+]
12 de enero de 2008
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La osadía de Polanski no tiene límites. Fascina y aterroriza. Se puede permitir el lujo de ir a contracorriente de todas las reglas del juego sistemático impuesto por las cinematografías de los dos grandes continentes: el europeo y el norteamericano. Su cine es un constante road movie con propuestas tan valientes y diferentes, que su comercialidad nunca nos incomoda. Nos lleva de electroshocks a corredores sin retorno (en uno de los cuales ya tuvo su propia y más terrible experiencia personal). Pero la realidad y la ficción no se confunden en su mundo. El cine le redime ante los escándalos que acechan su existencia. "Chinatown" es un panavisionado milagro en color, con el concupiscente y amoral look americano que, en blanco y negro, nos legara, por poner un ejemplo, el gran Howard Hawks. Un nuevo "Sueño eterno", el gran fénix, casi incomprensible y genial, que resurge siempre de sus cenizas, y aún nos electriza. Nicholson nos deleita con su show detectivesco y barriobajero. Nos encantan las intrusiones desesperadas del envejecido y ladino Huston, que encubre la orgía lacrimógena y desmembradora de su familia. Y, por supuesto, la frenética dignidad de una irrepetible y bellísima Faye Dunaway se calza el número justo al reservarnos un clímax final con suspense. El film de Polanski posee todos los apetecibles excesos del género negro que tanto amamos. Puede ser descarnada y angustiosa, y tan amoral como simpática. Una auténtica obra de arte de la década de los 70. Y eso es lo único que cuenta. El tema de Jerry Goldsmith aún me pone los pelos de punta. Pablo García del Pino
pablo garcia del pino
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