Muy buen debut de Malick, recordándome a un clásico de la literatura como "A sangre fría" de Capote, o elementos de lo mejor de los hermanos Coen, Malick relata con brillantez, buen ritmo, y basándose en unos hechos reales, la peripecia vital (aunque sería más exacto decir mortal), de unos persnajes inmaduros, irresponsables, infantiles, que cometen toda una serie de actos sin justificación.

El acierto de Malick, de ahí que lo compare con el libro de Capote, es que acabamos viendo los hechos, sin terminar de odiar a su protagonista, ya que el director, parece traspasarnos a todos la visión que el impertérrito personaje de Sissy Spacek tiene de Martin Sheen, personaje difícil de entender a priori, pero cuyo fondo es tan superficial como la búsqueda de fama y reconocimiento, sin llegar a interpretar ninguna de sus consecuencias, pero sin constituirse en una sádico o psicópata al uso.

Buen film, buen retrato de un país con unos personajes y paisajes que no suelen aparecer en exceso en la gran pantalla, y una tan peculiar como imposible historia de amor que fluye de la mano de, como le explicaba Malick a Sheen, una "varita mágica", la pístola, que soluciona todos los problemas que la pareja se encuentra a su paso.