Menos mal que sabemos lo que fue en realidad la "movida madrileña", porque si nos dejamos llevar por este bodrio, podríamos pensar que todo una generación de españoles está formada por salidos y descerebrados.

Es una pena que las actuaciones musicales, que afortunadamente son varias y variadas, aparezcan acompañadas de una producción patética y cochambrosa, donde ni uno solo de los pseudo actores lo parece siquiera y con un guion (si a eso se le puede llamar guion) deleznable.

Las chabacanerías de las películas de Pajares-Esteso de la post represión sexual son obras maestras del destape comparándolas con esto.

Es cierto que los números musicales tienen su interés, pero hay infinidad de plataformas donde verlos y escucharlos -y con mejor sonido- sin necesidad de tragarse este despropósito.

Eucariota