Haz click aquí para copiar la URL
España España · teruel
Voto de simón:
7
Drama. Thriller Eyal es un “liquidador” profesional del Mosad, el servicio secreto israelí. Le encargan que localice a Alfred Himmelman, un ex oficial nazi que, al parecer, sigue vivo. Eyal espía a Pia, la nieta de Himmelman, que se ha mudado a Israel después de romper con su familia en Alemania. Eyal se hace pasar por guía profesional y aprovecha que Axel, el hermano de Pia, ha ido a Israel, para enseñarle Jerusalén y las orillas del mar Muerto. ... [+]
12 de noviembre de 2009
23 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Sólo si liberas tu mente de pensamientos negativos podrás caminar sobre las aguas”.
Éste es el principal mensaje y la enseñanza primordial que se puede extraer de este modesto pero magnífico film israelí; vitalista, positivo y, a ratos conmovedor, de esta nueva excursión de su director en la indagación y exploración de las distintas aristas de la, a veces enmarañada identidad colectiva israelí, con respecto, por un lado, a su desquiciada relación con el mundo musulmán, como por otro, su difícil convivencia con el lastre que supone la tremenda herencia del holocausto nazi.
Axel encarna a la perfección la postura del alemán moderno, liberal y desprejuciado que no piensa en su pasado más que lo justo para conocerlo y aprender, así, de los errores cometidos.
Eyal, por el contario, asume en su personaje todo el complejo de ese pueblo judío históricamente tan ultrajado, considerando su pasado como una forma de ajustar cuentas con sus deudores. Así, de esta manera, su rencor a modo de freno le acompaña en cada paso, en cada metro de la senda recorrida y a recorrer, lastrando su potencial posibilidad de reencontrarse con un mundo que parece no comprenderle.
"Vuestro problema es que no superáis el pasado, debéis olvidarlo y seguir caminando", le dice el amigo palestino de Axel (enorme la metáfora que propone el director sobre su personaje en relación a la postura europea sobre el problema en oriente medio) a Eyal; sentencia rotunda que refleja a la perfección una problemática de inmenso resentimiento enquistado y macerado con el paso de unos años que no hacen otra cosa más que retroalimentar ese odio entre dos pueblos tan diferentes pero, aun así, tan condenados a entenderse.
Así, el director mete el dedo en la llaga de una herida sangrante se supura con cada bombardeo, con cada colono invadiendo terreno y con cada mártir despedazando cuerpos, analizando de una manera sencilla pero de forma muy clara un proceso tan complejo como absurdo.
Finalmente, ambos evolucionan, comprenden y aceptan las posiciones de los otros, entienden sus motivaciones y aprenden que la vida no es del color con la que siempre la habían visto y que es importante variar la perspectiva de lo observado.
Invito a todo aquel que no haya visto esta maravillosa película a que opten por su refrescante visionado y que, de esa forma, realizacen la misma senda iniciada por los personajes de este film; para así lograr lo conseguido por éstos, que no es más que el necesario proceso de comprender, el necesario proceso de: CAMINAR SOBRE LAS AGUAS.
simón
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow