Sin duda, el mejor trabajo de Anthony Minghella. Esta película no es tan pretenciosa y no intenta abarcar tanto como el paciente inglés, y por ello mejorar en una gran proporción. No es muy buena tampoco, simplemente me parece un trabajo normalito, con características como fotografía, música etc. excelentes. Si debo decir que en el apartado de dirección y actuaciones el film deja mucho que desear, pero ya lo analizaré más tarde.

Como ya he dicho lo más destacable sería la preciosa fotografía y la música. Lo demás se mantiene en un nivel normalito. La dirección es discreta, no como en el paciente inglés que resaltaba por su ignorancia y por simplicidad. Aquí se intenta mostrar más el lado humano de las cosas y en algunos casos se consigue. Tiene algún problemilla, como que en algunos tramos la película aburre y se desliza a la simpleza que predominaba en el paciente inglés.

Ahora bien, el apartado más sobrevalorado sin duda son las interpretaciones. Las tres importantes (Law, Kidman y Zellweger) son simplísimas y no sobresalen: Jude Law no me gusta como actor, aquí solo tiene un par de buenas escenas. Kidman sí me parece una buena actriz y es el mejor papel de la película, aunque tampoco se le debe conceder una estatua ya que deja que su carita muestre más que su propia interpretación y Zellweger, fatal, cargante y horrorosa ¿Su Oscar? No sé.

Por último destaco la primera parte de la película, es, sin duda, la mejor.