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Voto de chache44:
8
6,8
112.154
Fantástico. Thriller. Acción
Cinta basada en el cómic homónimo. La oscura y peligrosa ciudad de Gotham tan sólo se halla protegida por su corrupto cuerpo de policía. A pesar de los esfuerzos del fiscal del distrito Harvey Dent y el comisionado de policía Jim Gordon, la ciudad es cada vez más insegura hasta que aparece Batman, el Señor de la Noche. La reputada periodista Vicky Vale intentará descubrir el secreto que se oculta tras el hombre murciélago. (FILMAFFINITY) [+]
26 de junio de 2017
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película más que notable con gran atmósfera, estupenda banda sonora y mezcla de elementos (acción, humor, un poco de drama, otro poco de misterio...) que se revaloriza al ser comparada con lo que exhibe el género desde hace un tiempo. Muy entretenida, no pretende ser más de lo que es, sin grandilocuencias ni ridícula solemnidad. No hay en ella pomposos discursos que tanto parecen gustar actualmente ni tramas paralelas metidas con calzador que a nadie importan. Va al grano y habla sin apenas rodeos de lo que quiere hablar: Del Joker y de Batman.
Define perfectamente al payaso psicópata de manera directa: vemos quién era y quién es, las maldades que planea y perpetra. Al sernos presentado dentro de la jerarquía mafiosa al principio y como heredero de la estructura después todas sus acciones, por disparatadas que pudieran parecer, cobran cierta verosimilitud. Eso, a diferencia de la versión de Nolan en las que las situaciones dan la sensación de estar “sacadas de la manga”, está bien logrado. Sobre quién es el Joker no hay lugar a la duda. Es un asesino extravagante y enloquecido, que se ha marcado como meta ser reconocido como un pionero, un “artista-homicida”. Su extraño y siniestro sentido del humor hace el resto (a destacar, por memorable, su “reunión” con la junta de mafiosos después de haber liquidado al capo principal).
Define perfectamente al payaso psicópata de manera directa: vemos quién era y quién es, las maldades que planea y perpetra. Al sernos presentado dentro de la jerarquía mafiosa al principio y como heredero de la estructura después todas sus acciones, por disparatadas que pudieran parecer, cobran cierta verosimilitud. Eso, a diferencia de la versión de Nolan en las que las situaciones dan la sensación de estar “sacadas de la manga”, está bien logrado. Sobre quién es el Joker no hay lugar a la duda. Es un asesino extravagante y enloquecido, que se ha marcado como meta ser reconocido como un pionero, un “artista-homicida”. Su extraño y siniestro sentido del humor hace el resto (a destacar, por memorable, su “reunión” con la junta de mafiosos después de haber liquidado al capo principal).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No comparto la sensación generalizada de que la película se centre en el Joker dejando casi de lado a Batman. Lo que me parece es que el tratamiento del murciélago encapuchado es más indirecto por momentos, más sutil, pero yo creo que responde muy completa y convincentemente a la pregunta: ¿Quién es Batman?
Lo vemos al principio, convirtiéndose en algo más que un rumor para los malhechores de la ciudad. Una pesadilla de la que no podrán escapar. Una leyenda amenazadora para la podredumbre que abunda en todos los estratos de la urbe.
Se nos muestra, cómo no, el doloroso origen de todo y a través de la pregunta, que es retórica en realidad, de los periodistas (¿cómo afectaría todo ésto a un pobre niño?) ya nos están respondiendo, en parte, a la pregunta de quién o qué es Batman.
El oscuro trayecto en el batmóvil, con Kim Basinger medio asustada, intentando hablar pero él, impasible, se limita a lanzarle un par de miradas de reojo, ahonda igualmente en la respuesta insinuando lo que luego se confirma. Gran música, por cierto. Mucho después, tras pasar su primera noche juntos, y haber mantenido reveladoras conversaciones, ella se despierta sola y lo encuentra colgado boca abajo. No hace falta decir mucho más, creo yo, pero por si acaso la cosa ya había quedado del todo clara cuando anteriormente Wayne, en el apartamento de ella, es incapaz de confesarle que él es Batman, a pesar de su visible esfuerzo por contárselo.
Se expone, así, de manera perfecta quién o qué es Batman. Se subraya mucho más el componente psicológico-personal que la función benefactora de justiciero (aunque también se apunta ésta, claro). Batman es a la vez una oscura terapia y la condena que Bruce Wayne se autoimpone por algo de lo que él no fue responsable, el trauma que le acompaña desde niño. No es una elección personal, ni una decisión racional. Tampoco es agradable ser Batman, ni es algo divertido. A Bruce le gustaría ser una persona corriente pero no puede, no depende de él. En realidad él sabe perfectamente que lo que hace no es algo precisamente normal, de hecho tiene bastante de locura, por eso le falta el aire (y valentía) a la hora de confesarse ante el personaje de Kim Basinger, porque teme que será tomado por un loco, un freak absurdo, casi como el Joker. Hay mucho de locura en Batman y Wayne es consciente de ello y Burton lo plasma sin estridencias, de manera elocuente en mi opinión.
Por eso me gusta esta película; porque además de ser entretenida y un gran despliegue se centra sin distracciones en hablar de lo que toca hablar: del Joker y de Batman. Muy recomendable.
Lo vemos al principio, convirtiéndose en algo más que un rumor para los malhechores de la ciudad. Una pesadilla de la que no podrán escapar. Una leyenda amenazadora para la podredumbre que abunda en todos los estratos de la urbe.
Se nos muestra, cómo no, el doloroso origen de todo y a través de la pregunta, que es retórica en realidad, de los periodistas (¿cómo afectaría todo ésto a un pobre niño?) ya nos están respondiendo, en parte, a la pregunta de quién o qué es Batman.
El oscuro trayecto en el batmóvil, con Kim Basinger medio asustada, intentando hablar pero él, impasible, se limita a lanzarle un par de miradas de reojo, ahonda igualmente en la respuesta insinuando lo que luego se confirma. Gran música, por cierto. Mucho después, tras pasar su primera noche juntos, y haber mantenido reveladoras conversaciones, ella se despierta sola y lo encuentra colgado boca abajo. No hace falta decir mucho más, creo yo, pero por si acaso la cosa ya había quedado del todo clara cuando anteriormente Wayne, en el apartamento de ella, es incapaz de confesarle que él es Batman, a pesar de su visible esfuerzo por contárselo.
Se expone, así, de manera perfecta quién o qué es Batman. Se subraya mucho más el componente psicológico-personal que la función benefactora de justiciero (aunque también se apunta ésta, claro). Batman es a la vez una oscura terapia y la condena que Bruce Wayne se autoimpone por algo de lo que él no fue responsable, el trauma que le acompaña desde niño. No es una elección personal, ni una decisión racional. Tampoco es agradable ser Batman, ni es algo divertido. A Bruce le gustaría ser una persona corriente pero no puede, no depende de él. En realidad él sabe perfectamente que lo que hace no es algo precisamente normal, de hecho tiene bastante de locura, por eso le falta el aire (y valentía) a la hora de confesarse ante el personaje de Kim Basinger, porque teme que será tomado por un loco, un freak absurdo, casi como el Joker. Hay mucho de locura en Batman y Wayne es consciente de ello y Burton lo plasma sin estridencias, de manera elocuente en mi opinión.
Por eso me gusta esta película; porque además de ser entretenida y un gran despliegue se centra sin distracciones en hablar de lo que toca hablar: del Joker y de Batman. Muy recomendable.