‘Titanic’ es una de esas películas que cada vez que la veo me emociono. Una intensísima, conmovedora, triste, apasionante, profunda, emocionante historia de amor ambientada en 1912, cuando ocurrió el fatídico hundimiento del famoso trasatlántico donde murieron más de 1500 personas. En muchas ocasiones se ha llevado al cine esta trágica historia, pero ninguna fue tan aclamada como la de James Cameron. Una impresionante historia basada en hechos reales que se merecía ser contada con la fuerza y la energía de un director que arrasó en los Oscars (con 11 estatuillas), con la película más taquillera de la historia del cine. Quizás sea considerada como la historia más sobrevalorada de la historia del cine, pero no es así, es una preciosa historia que tiene de fondo la nefasta catástrofe.

Acertadísima, maravillosa dirección artística que nos sumerge en la sociedad de aquella época. Sorprendentes efectos especiales, asombrosa fotografía y cautivadora, magistral e inolvidable banda sonora de James Horner. En el reparto un jovencísimo y perfecto Leonardo DiCaprio y una magnífica Kate Winslet.

Lo mejor: la historia de amor.

Lo peor: su excesivo metraje.