Cutre pero entretenida cinta de artes marciales con muchísimos tópicos característicos del género y fallos de montaje y dirección. A ratos parece la cutre mezcla de Karate Kid y Rocky I, II y IV por las escenas casi calcadas de estas películas (en el entrenamiento solo faltaba subir gradas a ritmo de “Gonna fly now”) y cierta similitud de personajes (Van Damme debutando con la versión casposa de Ivan Drago). El guión es una ida de olla bastante prescindible por que casi ni hay historia, lo del fantasma de Bruce Lee ya es la gota que derramo el vaso.