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Voto de Sal Paradise:
8
Drama. Cine negro Después de cometer un atraco en el que su marido resulta muerto, Marie Ellen (Eleanor Parker), una joven de clase media, ingresa en la prisión del Estado. Tras ser sometida a un reconocimiento médico, se entera de que está embarazada. Tras dos semanas de depresión en la sala médica de aislamiento, Marie tiene una entrevista con Ruth Benton (Agnes Moorehead), una superintendente amable y humana que lucha contra los viejos métodos penales. (FILMAFFINITY) [+]
9 de julio de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente guión. No por casualidad aspiró a ganar el Óscar. Magnificas interpretaciones. Otra joya semi-olvidada

Su estructura narrativa es similar a obras de teatro filmadas, tiene que condensar la historia y sus protagonistas. Supieron resumir y presentar la trama, yendo al grano, sin caer en disquisiciones bizantinas.
Todo lo que ocurre es grave, serio, tiene consecuencias. Y si algunas de las presas son asesinas, pues son asesinas y dentro de lo cabe, ya se insinuaran sus circunstancias particulares para entender mejor la situación de las prisioneras.
Desde luego los diálogos son fundamentales, y ayudan a ver esa variedad de comportamientos humanos, cuando tantas mujeres condenadas se encuentran juntas y encerradas.
Y las reacciones de las detenidas son distintas ante las tensiones abrumadoras que se dan en la jaula en la que viven.

También aparecen en papeles esquemáticos, pero bien diseñados otros individuos que detentan cierto poder: médicos, jueces, políticos; o que son victimas colaterales tales como parientes (madre, en este caso)

Todas las secuencias están cargadas de sustancia, Resultó la mejor forma para presentar y criticar el mundillo de las prisiones de mujeres, especialmente en la época en que se rueda. Recordando que entonces no existía el tráfico de drogas que a tantas personas ha llevado a la cárcel. Eran otras épocas, otra moral y otras reglas, pero cuando una peli está bien hecha, adquiere un carácter universal que sirve para cualquier tiempo, lugar y condición.

Como crítica, de denuncia de un fracaso social, es excelente. Ese tipo de prisiones y ese trato a las presas, es totalmente repudiable.

Uno de los personajes más importantes, la señora Benton es un rol de lujo para cualquier actriz, el más positivo de este film, que intenta mejorar las cosas, una mujer luchadora y valiente, interpretada por Agnes Morehead quien bordó su actuación, transmitiendo honestidad, ideas claras, amor por el trabajo bien hecho y autoridad (las reclusas le respetan, no por miedo) quien acaba descubriendo que la regla mas importante es no molestar a las autoridades situadas por encima de ella. Sin “Influencias o padrinos” no se tiene poder.
Insinúa que buena parte de los jueces, políticos y altos burócratas son unos parásitos, que van a sus intereses personales, y no son representantes dignos de la institución, que es precisa y paradojicamente injusta.

De factura clásica, mas que revolucionaria o novedosa.
La música de Max Steiner, muy apropiada.
El trabajo de la cámara, en muchas ocasiones, buenisimo. Por ejemplo cuando se ponen a cantar el día de navidad.

Sí que ha envejecido, pero no por mal contada, porque pasa a reflejar situaciones superadas por la Historia, retrata un mundo pasado.
Sin ser sensacionalista es manipuladora en el buen sentido de la palabra (en otro nivel, Alfred Hictchcock también se apoyaba en la manipulación) pero no solo se le perdona, se acepta, sobre todo en lo principal, la denuncia que acusa claramente que de no cambiar el sistema carcelario, nadie saldrá rehabilitada para la sociedad.
Apunta al maltrato, o sadismo, tanto o más que a los castigos físicos.
Se apoya en estereotipos, pero resulta coherente.

La trasformación de la protagonista es una involución, a medida que va mostrando ejemplos, uno tras otro, de las atrocidades que sufren las presas. Al comenzar la película es una Ingenua, también inocente, dulce, joven, y asustada
Trata de una realidad triste, la cárcel como jaula. Terreno fértil para destrozar la dignidad humana. La violencia existe pero sin ser secundario, no es el motivo principal.
Los personajes son mujeres normales en un entorno carcelario: no son ni vedettes, ni heroínas de Hollywood, algunas pueden resultar patéticas, no hay lugar para el glamour (ni siquiera para descargar un poco la tensión del espectador, frente a tanta brutalidad psicológica).

Y cuando aparece un detalle de buenos sentimientos, relacionados con un gatito, también termina mal, con violencia (fisica y sicologica) innecesaria.
Sal Paradise
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