Ayer fuí con mis hijos a ver esta película de animación y lo primero que debo decir es que no es para niños menores de 8 o 9 años, sencillamente por que es un pozo de pesadillas infantiles. Se basa en las fechorias que una casa embrujada realiza en el barrio donde viven los protagonistas. Muy bien dirigida y realizada, interesante para mayores y niños mayores de 9 años con un nivel de sensibilidad al espanto más bien adormilado que si no van a pasarlo mal. Se pasa el rato sin mirar mucho al reloj. Una opción para los padres que quieren llevar a sus hijos al cine y no morir en el intento.