Good night and good luck es una de las mejores películas americanas que se han estrenado en España a comienzos de este 2006. Sin ir más lejos, compitió por el Oscar a la mejor película con Munich, Brokeback mountain o Crash.

Quienes la consideren ópera prima de George Clooney, deben saber que éste dirigió Confesiones de una mente peligrosa (2002), en la que centraba ya su mirada en el mundo de la televisión, obteniendo buenas críticas en Estados Unidos.

Salta a la vista el arduo trabajo de documentación llevado a cabo por Clooney y Grant Heslov (guionistas). Sabían que el tema del film requería datos e ideas contrastadas. Se han incluido grabaciones de la época y videos reales del propio McCarthy. La ambientación es adecuada, la puesta en escena es realista y elegante. Se corresponde muy bien con el estilo de Clooney, el blanco y negro con sus trajes negros y el pelo gris. Tiene ese aire que el popular actor suele pasear por los actos sociales y el papel cuché.

La fotografía está sumamente cuidada. Te sitúa perfectamente en la época en que tuvo lugar uno de los episodios más oscuros y tenebrosos de la historia de los Estados Unidos.

La interpretación de David Strathairn es soberbia. Sabe transmitir en todo momento la profesionalidad que se le supone a un periodista de su talla, con la mirada o con gestos. Me parece sobrecogedor su temblor de manos, justo antes de comenzar el programa que declara la guerra mediática al senador. Su discurso muestra el aplomo, la serenidad y la agresividad del propio Murrow. Un diez.

Clooney se reserva el personaje del productor y hombre de confianza de Murrow, Fred Friendly, También están por ahí Jeff Daniels y Robert Downey Junior.

Si tuviera que objetar algo a esta magnífica cinta, sería quizá el estar tan repleta de datos y sucesos históricos. El espectador debe hacer un esfuerzo por introducirse en su contexto, y la trama no le da facilidades para ello. Eso es algo inherente cuando vemos cualquier tipo de arte al principio, pero esta vez era un asunto realmente poco conocido para mí.

Ni que decir tiene que esto es achacable a mí, y no a la película. No obstante, su contenido marcadamente histórico hizo que en los primeros momentos me perdiera un poco, ante la avalancha de información, fechas y personalidades.

Clooney la ha dirigido impecablemente en tono documental, y su abundante retórica atraerá a algunos y echará hacia atrás a otros.