Secuela de la excelente película de Verhoeven de 1987. Dirigida por Irvin Kershner, nada menos que el director de "El Imperio Contraataca", contó con buena parte del reparto original para contarnos más peripecias del robot policía atormentado.

Como buena secuela que es, esta "Robocop 2" repite los mismos elementos que su predecesora, pero multiplicados por dos. Hay más acción, más efectos especiales, más violencia gratuita y más totalitarismo corporativo. Kershner ofrece un buen espectáculo y, aunque no llega a estar a la altura de la cinta de Verhoeven, consigue al menos regalarnos la vista y los oídos con los artesanales efectos especiales en stop-motion y las logradas escenas de acción, lo único savable de toda la cinta: ni la banda sonora, ni las actuaciones ni el guión son para tirar cohetes.

Esta vez, la mega-corporación OCP sigue empeñada en hacerse con el control de un distópico Detroit a costa de las deudas contraídas por la alcaldía, e idea utilizar una huelga de policías para su propio beneficio. Por otro lado, Robocop (Peter Weller, menos expresivo aún que en la primera parte) sigue dando problemas con sus resquicios de moral humana y supone un obstáculo para la OCP, por lo que proyectan otro Robocop más nuevo, mejorado y peligroso...

El hecho de que su director firmara la mejor película de la saga "Star Wars" fue un buen reclamo, y también llama la atención que el mismísimo Frank Miller se inmiscuyera en el guión del filme, aunque le salió rana y no quiso saber nada de cine hasta su vuelta por todo lo alto con "Sin City". Pero, a pesar de esos grandes nombres, "Robocop 2" no deja de ser una cinta de acción simplona en su desarrollo aunque destacable en su ejecución, con muy buen ritmo y un excelente uso de la stop-motion.

Para pasar un buen rato.