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Voto de Richy:
6
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25 de febrero de 2013
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Amalgama de personajes y de historias que se unen en este filme irlandés heredero del estilo “british-gamberril” de directores como Danny Boyle o Guy Ritchie.
“Intermission” presenta una sucesión de historias aparentemente inconexas ambientadas en Dublín, teniendo como protagonistas a personajes tan variados como un violento criminal (Colin Farrell), un novio inseguro (Cillian Murphy) que pone a prueba a su novia (Kelly Macdonald), un detective con aires de grandeza (Colm Meaney), un banquero (Michael McElhatton), o un conductor de autobús en paro (Brian O’Byrne), entre otros.
La película de Crowley se adapta a la moda que impuso Danny Boyle con su “Trainspotting” (1996) de la que bebe a grandes tragos. En “Intermission”, cada personaje tiene una vida de la que quiere escapar, una vida a la que ha llegado por diferentes motivos pero con un denominador común: la aparente imposibilidad de su ruptura. Crowley muestra los fantasmas de cada uno y las ideas sobre cómo afrontarlos, siempre con la ayuda de otras personas con los mismos, o peores, tormentos. Todas las historias individuales se irán uniendo al resto para conformar un tapiz que, si bien sigue resultando inconexo, logra cohesionar a los personajes y sus relaciones.
La propuesta de Crowley resulta acertada en cuanto a interpretaciones más que en cuanto a destreza de medios. El guión no deja de ser algo con lo que se puede lidiar bien y da el pego en este tipo de cine, pero no aporta absolutamente nada sorprendente en el espectador acostumbrado. Por otro lado la ambientación y la escenografía, tan fundamentales en toda película “british”, parecen ausentes en un Dublín tan mal enfocado que podría ser cualquier otra ciudad del mundo.
La gran baza de “Intermission” es, por tanto, sus actores: Colin Farrell hace bastante gracia, Cillian Murphy sigue demostrando el por qué es uno de los actores británicos más talentosos, Colm Meaney da una gran lección de veteranía, y el resto de secundarios (Macdonald, McElhatton, O’Kane, O’Byrne) aumentan la credibilidad de unas historias muy descabelladas en su mayoría, pero bien montadas en su contexto.
Interesante.
“Intermission” presenta una sucesión de historias aparentemente inconexas ambientadas en Dublín, teniendo como protagonistas a personajes tan variados como un violento criminal (Colin Farrell), un novio inseguro (Cillian Murphy) que pone a prueba a su novia (Kelly Macdonald), un detective con aires de grandeza (Colm Meaney), un banquero (Michael McElhatton), o un conductor de autobús en paro (Brian O’Byrne), entre otros.
La película de Crowley se adapta a la moda que impuso Danny Boyle con su “Trainspotting” (1996) de la que bebe a grandes tragos. En “Intermission”, cada personaje tiene una vida de la que quiere escapar, una vida a la que ha llegado por diferentes motivos pero con un denominador común: la aparente imposibilidad de su ruptura. Crowley muestra los fantasmas de cada uno y las ideas sobre cómo afrontarlos, siempre con la ayuda de otras personas con los mismos, o peores, tormentos. Todas las historias individuales se irán uniendo al resto para conformar un tapiz que, si bien sigue resultando inconexo, logra cohesionar a los personajes y sus relaciones.
La propuesta de Crowley resulta acertada en cuanto a interpretaciones más que en cuanto a destreza de medios. El guión no deja de ser algo con lo que se puede lidiar bien y da el pego en este tipo de cine, pero no aporta absolutamente nada sorprendente en el espectador acostumbrado. Por otro lado la ambientación y la escenografía, tan fundamentales en toda película “british”, parecen ausentes en un Dublín tan mal enfocado que podría ser cualquier otra ciudad del mundo.
La gran baza de “Intermission” es, por tanto, sus actores: Colin Farrell hace bastante gracia, Cillian Murphy sigue demostrando el por qué es uno de los actores británicos más talentosos, Colm Meaney da una gran lección de veteranía, y el resto de secundarios (Macdonald, McElhatton, O’Kane, O’Byrne) aumentan la credibilidad de unas historias muy descabelladas en su mayoría, pero bien montadas en su contexto.
Interesante.