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Voto de Richy:
10.436
Thriller. Intriga
Ming es un topo infiltrado en el departamento de policía. Se hizo policía a los 18 años siguiendo las órdenes del jefe de una sociedad secreta de carácter criminal. Por su parte, Yan es un topo de la policía infiltrado en la banda desde hace ya diez años. Ambos se sienten cada vez más atrapados en esos mundos a los que no pertenecen. (FILMAFFINITY)
11 de febrero de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thriller hongkonés de gran éxito e inspirador de la magnífica cinta de Scorsese “Infiltrados” (2006).
Se narra la historia de dos "topos": Ming (Andy Lau), integrante de una banda Yakuza, está infiltrado en el cuerpo de policía, mientras que Yan (Tony Leung), es un policía infiltrado en esa misma banda. Ambos grupos de contendientes buscarán a ambos "topos" entre sus filas.
“Infernal affairs” es una buena muestra de cómo el cine de acción hongkonés ha evolucionado en estética y planteamientos. El filme de Lau y Mak es todo un ejercicio de estilo, de cómo hacer un thriller original, entretenido y, a la vez, de calidad tanto en la puesta en escena como en la definición de los personajes. Los protagonistas se ven envueltos en una tensión diaria, metidos en dos mundos peligrosos y ajenos que les convierten en personas frías y obsesionadas con su misión de espías y con encontrar al "topo" en sus respectivos bandos. Ming y Yan son, en ese sentido, iguales; aunque la policía sean los “buenos” en el tópico, ambos infiltrados tienen la misma consideración de lealtad hacia sus superiores y se difumina la línea que separa la dualidad “bueno-malo”.
La historia se desarrolla imparable, y es precisamente ese su problema: Lau y Mak no logran mantener el listón del ritmo impuesto durante toda la película, y hay varios momentos en los que decae. A pesar de ello, los momentos más intensos están muy bien realizados, pues son frenéticos y cuentan con esa estética sucia y semi-oscura tan propia del cine de acción hongkonés.
En cuanto a las interpretaciones, Andy Lau y Tony Leung cumplen acertadamente con su cometido dando a sus personajes esa mezcla de tipos duros y disciplinados. Entre los secundarios son de destacar a Anthony Wong y especialmente a Eric Tsang, el líder de los Yakuza, en una actuación tensa y sórdida como su personaje.
Es inevitable mencionar el remake norteamericano de Scorsese, al que muchos tachan de mera copia del filme original. Alan Mak tiene todo el mérito de la idea, desde luego, pero es mucho más meritorio realizar una versión tan extraordinaria como la que hizo Scorsese de un filme tan conseguido como éste. La gran baza de Scorsese fue encontrarse con un guión tan brillante y del que podía sacar mucho de su propio estilo, con lo que consiguió incluso mejorar la película original.
Con todo, “Infernal affairs” es una cinta por encima de la media en su género, pero está influenciada por la visión previa de la película de Scorsese. Es recomendable ver el filme de Lau y Mak antes que el de Scorsese para un juicio más objetivo.
Recomendable.
Se narra la historia de dos "topos": Ming (Andy Lau), integrante de una banda Yakuza, está infiltrado en el cuerpo de policía, mientras que Yan (Tony Leung), es un policía infiltrado en esa misma banda. Ambos grupos de contendientes buscarán a ambos "topos" entre sus filas.
“Infernal affairs” es una buena muestra de cómo el cine de acción hongkonés ha evolucionado en estética y planteamientos. El filme de Lau y Mak es todo un ejercicio de estilo, de cómo hacer un thriller original, entretenido y, a la vez, de calidad tanto en la puesta en escena como en la definición de los personajes. Los protagonistas se ven envueltos en una tensión diaria, metidos en dos mundos peligrosos y ajenos que les convierten en personas frías y obsesionadas con su misión de espías y con encontrar al "topo" en sus respectivos bandos. Ming y Yan son, en ese sentido, iguales; aunque la policía sean los “buenos” en el tópico, ambos infiltrados tienen la misma consideración de lealtad hacia sus superiores y se difumina la línea que separa la dualidad “bueno-malo”.
La historia se desarrolla imparable, y es precisamente ese su problema: Lau y Mak no logran mantener el listón del ritmo impuesto durante toda la película, y hay varios momentos en los que decae. A pesar de ello, los momentos más intensos están muy bien realizados, pues son frenéticos y cuentan con esa estética sucia y semi-oscura tan propia del cine de acción hongkonés.
En cuanto a las interpretaciones, Andy Lau y Tony Leung cumplen acertadamente con su cometido dando a sus personajes esa mezcla de tipos duros y disciplinados. Entre los secundarios son de destacar a Anthony Wong y especialmente a Eric Tsang, el líder de los Yakuza, en una actuación tensa y sórdida como su personaje.
Es inevitable mencionar el remake norteamericano de Scorsese, al que muchos tachan de mera copia del filme original. Alan Mak tiene todo el mérito de la idea, desde luego, pero es mucho más meritorio realizar una versión tan extraordinaria como la que hizo Scorsese de un filme tan conseguido como éste. La gran baza de Scorsese fue encontrarse con un guión tan brillante y del que podía sacar mucho de su propio estilo, con lo que consiguió incluso mejorar la película original.
Con todo, “Infernal affairs” es una cinta por encima de la media en su género, pero está influenciada por la visión previa de la película de Scorsese. Es recomendable ver el filme de Lau y Mak antes que el de Scorsese para un juicio más objetivo.
Recomendable.
