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Voto de Richy:
59.505
Thriller. Acción
Harry Callahan (Clint Eastwood) es un duro policía que se ha criado en la calles de San Francisco. Sus compañeros le llaman Harry el Sucio por sus particulares métodos de lucha contra el crimen y porque siempre se encarga de los trabajos más desagradables. Cuando un francotirador que se hace llamar 'Scorpio' asesina a una mujer desde una azotea y promete matar a más personas si la ciudad no le paga 100.000 dólares, el inspector Callahan ... [+]
2 de enero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera película de la saga de Harry Callahan, uno de los papeles más conocidos del gran Clint Eastwood.
Harry (Clint Eastwood) es un curtido y violento policía de San Francisco, cuyos métodos violentos le valen el apodo de "el sucio". Se verá inmerso en un caso peligroso, el de un psicótico francotirador que se dedica a matar a personas de diferentes características.
El filme de Siegel se ha convertido en toda una referencia en el cine de acción y policíaco. Gracias al éxito de esta película, la imagen del tipo duro solitario y amargado por un triste pasado, carente de principios morales y éticos, se impuso en un gran número de títulos, sobre todo de serie B y más concretamente a finales de los '70 y durante toda la década de los '80. Esa imagen además acompañó a Clint Eastwood en prácticamente toda su carrera, realizando otras tres películas más como Harry Callahan y otras cuantas más en papeles de parecidas características, aprovechando esa cara de pocos amigos tan propia del actor.
Siegel rueda con un virtuosismo admirable. El filme es un thriller policíaco al uso, pero tan magníficamente dirigido, iluminado y montado que supone un verdadero gozo disfrutar del absorbente ritmo narrativo y de la tensión que se respira, de manera que mantiene al espectador interesado en todo momento. Una buena parte de la película se rueda de noche, utilizando tan sólo las mortecinas luces de las calles para dar más oscuridad a la trama. Esas imágenes nocturnas dejan entrever bastante bien lo que va sucediendo y toman cuerpo como parte integrante de la ambientación, todo lo contrario que en muchas otras películas donde las escenas nocturnas sólo sirven para tapar carencias cinematográficas.
La banda sonora de Lalo Schifrin (la serie "Mission: Impossible", 1966) acompaña acertadamente toda la proyección, en la que destacan momentos para el recuerdo: Callahan y su inseparable Magnum 44, el solitario campo de fútbol en el que acaba una persecución desenfrenada, y ya puestos ese embriagador perfume setentero que respira todo el conjunto.
Muy recomendable.
Harry (Clint Eastwood) es un curtido y violento policía de San Francisco, cuyos métodos violentos le valen el apodo de "el sucio". Se verá inmerso en un caso peligroso, el de un psicótico francotirador que se dedica a matar a personas de diferentes características.
El filme de Siegel se ha convertido en toda una referencia en el cine de acción y policíaco. Gracias al éxito de esta película, la imagen del tipo duro solitario y amargado por un triste pasado, carente de principios morales y éticos, se impuso en un gran número de títulos, sobre todo de serie B y más concretamente a finales de los '70 y durante toda la década de los '80. Esa imagen además acompañó a Clint Eastwood en prácticamente toda su carrera, realizando otras tres películas más como Harry Callahan y otras cuantas más en papeles de parecidas características, aprovechando esa cara de pocos amigos tan propia del actor.
Siegel rueda con un virtuosismo admirable. El filme es un thriller policíaco al uso, pero tan magníficamente dirigido, iluminado y montado que supone un verdadero gozo disfrutar del absorbente ritmo narrativo y de la tensión que se respira, de manera que mantiene al espectador interesado en todo momento. Una buena parte de la película se rueda de noche, utilizando tan sólo las mortecinas luces de las calles para dar más oscuridad a la trama. Esas imágenes nocturnas dejan entrever bastante bien lo que va sucediendo y toman cuerpo como parte integrante de la ambientación, todo lo contrario que en muchas otras películas donde las escenas nocturnas sólo sirven para tapar carencias cinematográficas.
La banda sonora de Lalo Schifrin (la serie "Mission: Impossible", 1966) acompaña acertadamente toda la proyección, en la que destacan momentos para el recuerdo: Callahan y su inseparable Magnum 44, el solitario campo de fútbol en el que acaba una persecución desenfrenada, y ya puestos ese embriagador perfume setentero que respira todo el conjunto.
Muy recomendable.
