Título destacable dentro del extenso panorama de cine de terror juvenil estadounidense, saturado de asesinos en serie y adolescentes monos y monas que meten las narices donde no deben.

El catalán afincado en Hollywood Jaume Collet-Serra inició su andadura hollywoodiense con este filme de terror inusual por lo elaborado de su estética y su desarrollo, a pesar de utilizar los cánones establecidos por este tipo de cine. Sus seguidores no echarán en falta el típico grupo de jóvenes universitarios, ni las chicas tan monas como tontas (Paris Hilton es el máximo exponente), ni las chicas no tan monas pero muy espabiladas, ni los asesinos sádicos de turno, ni un largo etcétera de clichés típicos. Pero Collet-Serra ha sabido salirse de la tangente y ha logrado realizar una película más que notable.

El diseño de producción construyó todo el pueblecito de Ambrose donde se desarrolla más de la mitad de la película. Los incautos que se acercan descubren que en el pueblo hay un misterioso museo de cera donde las figuras tienen una apariencia muy realista, hasta que descubren con horror el por qué a riesgo de acabar siendo otras figuras más del macabro museo.

El ritmo que imprime Collet-Serra, unido a una dirección soberbia y un estilo visual impactante, hacen de "La casa de cera" una entretenidísima apuesta y toda una lección de cómo se puede hacer una buena película de terror partiendo de un guión muy simple y personajes repetitivos.

Recomendable.