Haz click aquí para copiar la URL
España España · Somewhere Far Beyond
Voto de Richy:
5
Thriller Pueden quebrantar cualquier código y entrar en cualquier sistema. Normalmente son adolescentes, pero ya están bajo la vigilancia de las autoridades. Son los piratas informáticos. Zero Cool, de nombre Dadee Murphy, es una leyenda entre los de su clase. En 1988 provocó la caída de 1.507 ordenadores en Wall Streeet y las autoridades le prohibieron tocar un solo teclado hasta que cumpliera 18 años.
3 de noviembre de 2014
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thriller convencional, de inesperado éxito, que sigue la moda imperante (y previsible) en los noventa del llamado cyberpunk, con películas que utilizaban como leit motiv el cada vez más desarrollado ciberespacio y los agigantados avances de la informática, con títulos tan dispares como “El cortador de césped” (1992), “Johnny Mnemonic” (1995) o, la madre de todas ellas, “Matrix” (1999).

El único aliciente del filme de Iain Softley radica en el trabajo de una jovencita Angelina Jolie con apenas 20 años. Sin ser su debut, se considera su primer papel importante, apareciendo como una hacker rebelde que ayuda a sus amigos, unos hackers de cierto renombre, a destapar un complot medioambiental en el que se ven involucrados.

La cinta es un desastre argumental en la que campan a sus anchas nerds con patines, vestidos como si fueran a un simposio de payasos, con unos portátiles que te cagas de lo lentos que son y las virguerías que hacen con ellos (vemos a los actores como flipados por el subidón que les da trabajar a velocidades de 0,00001 kb/seg). La idea nos parecerá extraña a estas alturas del siglo XXI, con procesadores de doble núcleo y megabytes cargando y descargando en menos de un segundo, pero la película no falla en la comparación tecnológica, sino en su concepción videoclipera: se desarrolla a un ritmo vertiginoso, eso sí, pero carece de interés y no tiene empatía con el espectador.

El filme es un vacío de coherencia conformado como un thriller de aventurillas adolescentes en el que todo parece estar a la altura de la edad: incluso el villano de turno aparece infantilizado, provocando la risa cuando no la tiene que provocar, y con ínfulas megalomaníacas que le vienen muy grandes.

A pesar de todo, la película se deja ver y no supone un gran dolor de cabeza, aunque su olvido será más fácil que su recuerdo.
Richy
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow