Coincido con lo que ya han comentado muchos otros: "cuando termina te dan ganas de levantarte y aplaudir". Esa sensación solo me ha pasado con dos o tres de las cientas que he visto y después de algunos años aun sigo buscando sin éxito esa sensación.

Los actores, inmensos, tanto Tim Robins como Morgan Freeman realizan en este film el mejor papel que han realizado nunca en su carrera.
El guión no podía ser mejor, te absorbe desde el primer momento y todo el rato parece que eres tu el que se encuentra entre los muros de Shawshank. Y un final sorprendente digno de la mejor pelicula de todos los tiempos.

Una banda sonora perfecta que le viene como anillo al dedo y una fotografía de lujo, (combinando estos dos factores tenemos la fantástica toma en la que se ve toda la prisión desde los cielos cuando Andy está apunto de entrar con el autobús, sin duda inigualable).

Por último decir que aunque no tengo la esperanza de volver a encontrar esa sensación en ninguna película, siempre podré volver a ver Cadena Perpetua y siempre me seguirá emocionando como la primera vez que la vi.