No es "Shakespeare in love" la mejor película americana del año, pero se amolda como un guante de seda a los dedos del tío Oscar (que, generoso él, la ha dado siete regalos). Es decir, la película de Madden es un híbrido resultön entre lo comercial (gustará, más o menos, pero gustará a todo el mundo) y la calidad (el guión es original y equilibrado, la película mantiene un ritmo constante, Judi Dench está estupenda en el oscarizado papel de reina, el vestuario y ambientación son más que aceptables...). No tiene la película, eso sí, la apabullante creatividad y redondez de una obra maestra como "La lista de Schlinder" de Spielberg, ni para no ir tan lejos, el perfecto ensamblaje cine/espectáculo de "Titanic", pero es una película inteligente, que sabe que recursos tiene y los explota de forma audaz e incontestable.
Lo que más me gusta de la película es la original, divertida y lúcida visión de sir William Shakespeare: aquí de joven, era un atleta magnífico, un mujerigo irrefrenable, mejor atleta en la cama que corriendo incluso, que escribía a fogonazos, muy desganado, casi a través de la inspiración de otros para construir su memorable "Romeo y Julieta", para luego interpretarla junto a su amada de verdad en un juego atrevido y admirable entre ficción y realidad. Estupendo guión de Stoppard y Norman, y muy buena interpretación de Dench, para una festiva y buena película.