Haz click aquí para copiar la URL
España España · ciudadano del mundo (palencia)
Voto de kafka:
9
Comedia. Romance Sean Thornton (John Wayne), un boxeador norteamericano, regresa a su Irlanda natal para recuperar su granja y olvidar su pasado. Nada más llegar se enamora de Mary Kate Danaher (Maureen O'Hara), una chica muy temperamental, aunque para conseguirla deberá luchar contra las costumbres locales, como el pago de la dote, y, además, contra la oposición del hermano de su prometida (Victor McLaglen). (FILMAFFINITY)
21 de noviembre de 2012
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un ex-boxeador (Wayne) que ha matado en el ring a un contrincante regresa a su Irlanda natal... Una película que en un principio fue recogida con división de opiniones y hasta con sorpresa por parte de la crítica al ser un Ford alejado de todos los terrenos pisados anteriormente; actualmente un film legendario y favorito para muchos de esos mismos críticos (hay que ver...).
Se trata de una comedia melodramática amable, optimista, de queribles personajes, especialmente conseguida/memorable en dos aspectos: 1)el retrato que de Irlanda (su tierra natal, no lo olvidemos) hace Ford, con preciosa y oscarizada fotografía de Winston C. Hoch, en la que todos los aspectos de esta nación desfilan serena y rítmicamente: la religión, las verdes praderas y colinas, la chica pelirroja, la taberna, la cerveza, las canciones, el clima, todo el proceso de noviazgo y matrimonio Wayne/O´Hara, creándose una Irlanda maravillosa y deliciosamente tradicionalista, de vitalista y óptimo espíritu, a la que Ford aplica todo su magistral estilo inasible y ese tono atrascendental de la mayoría de su filmografía en pos de la felicidad como virtud máxima que puede tener y disfrutar un ser humano: si hay una película para la nación irlandesa es "El hombre tranquilo"; 2) el trazo de tiralíneas de la mujer fordiana, encarnada en la pelirroja O´Hara: aguerrida, capitana, íntegra, tozuda, con carácter, irreductible, al fin y al cabo (algo ya logrado en obras maestras inmortales como "Las uvas de la ira".
Completan la obra maestra los perfectos trabajos de Fitzgerald y Victor McLaglen, siendo memorables la carrera de caballos a la playa y la parte en la que Wayne lleva simpática y forzadamente a O´Hara por los verdes campos irlandeses con el resto del pueblo jaleándole. Hay también un espléndido empleo de la fisicidad:el viento (hermosísima secuencia romántica en la cabaña de Wayne), el agua, el so...
Es un homenaje de Ford a sus raíces, como una inevitable deuda de su condición humana gracias a la cual obtuvo, casi seguro, esa serenidad y maestrías de su cine atemporal. Y "El hombre tranquilo" es para mí ante todo cercanía y entendimiento con ese arraigo como si fueran mis propias raíces. Un clásico.
kafka
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow