La última comedia de Hawks, tan deliciosa como la mayor parte de las que hiciera en los 40 y un ejemplo que por ser el último se muestra muy revelador de todo su cine: la guerra de sexos enfocada en un chica-mete-a-chico-en-líos de tono encantador; la dirección de actores, ágil, frenética; la rapidez de los diálogos; la perfecta capacidad hawskiana para ser un auténtico cineasta clásico: en "Su juego favorito" no sobra ni falta un solo plano, no falta nunca una sonrisa en la boca...Zumo de Hawks.
Con un Rock Hudson especialmente desenvuelto y convincente en su papel (se parece muy mucho al mejor Cary Grant y hasta da una personalidad tangible a su altura cómica interpretativa), esta película halla su comicidad y divertimento en la paradoja básica de su argumento: un experto en pesca que no sabe pescar y va a participar forzadamente en un prestigioso concurso anual. Reveladora de un oficio incostetable, de una serenidad madura y sabia, supone un título nada desmerecedor de los mejores logros de la profusa y gran filmografía de su autor, conteniendo además algún detalle de autohomenaje hacia una de sus legendarias obras maestras: "La fiera de mi niña". Una obra maestra prácticamente, divertidísima, para disfrutar sin parar.