Un preso (Redford) se escapa de la cárcel y desea regresar a su pueblo, dónde allí la gente le espera para su linchamiento, al cual sólo se opone el sheriff (Brando)...
Una estupenda película, probablemente la mejor, además de la más compleja y ambiciosa, de Penn. De guión magistral de Hellman, adaptado de la novela de Foote, "La jauría humana" plasma el tétrico cuadro de un pequeño pueblo americano dividido socialmente, envenenado de adulterios consentidos, de egoísmo e infelicidad terrible, un negro pozo de víboras, hinchado de putrefacción y frustraciones en sus habitantes, alimentado de asqueroso racismo y de una animalidad primaria, absurda, en la que un linchamiento desahogador y gratuito no es más que el icono final de tan siniestro panorama.
Una película tupida y compleja, llena de viveza y diversidad de personajes, situaciones y relaciones entre los mismos, dónde la violencia y la simbología sexual (elemento tan destructor como la propia violencia, pues lo segundo alimenta intrínsecamente la bestia exteriorizada que es lo primero) juegan un papel primordial.
Admirable, pues, la veo un defecto: la petulante y equivocada interpretación de Brandp como desganado e hinchado sheriff; así como un Redford que no acaba de sacarle todo su jugo a su personaje.