Milla 22: El escape

Esta película es, básicamente, de acción y nada más. Puede que tenga un primer tramo de presentación de los personajes y de la situación. Pero al final queda claro que lo que prima son los tiros, persecuciones y peleas.
Además, el ritmo frenético que tiene toda la segunda mitad, junto con unas bocas que deberían lavarse con jabón me recuerda a los ya lejanos tiempos de "La jungla de cristal" y "Arma letal".
La acción y violencia dejan atrás a un argumento simple que es una mera excusa.
Las coreografías son buenas, aunque Peter Berg opta por hacer planos demasiado cercanos y mover mucho la cámara. De esta manera se trata de imprimir aún más emoción a estas secuencias, pero a mí me llega a agotar un poco ese tipo de montaje.
El protagonista es mal hablado y está siempre enfadado con todo el mundo, llegándome a caer un poco mal. Como decimos en algunas partes de Andalucía, aquí Wahlberg es un auténtico "esaborío".
Pero Mark nunca ha sido un gran actor aunque haga buenas películas, con lo cual tampoco hay mucho que decir en su favor.
La que sí que está bien es Lauren Cohan. Me alegro de verla de vez en cuando haciendo otra cosa que no sea matar caminantes.
En cuanto al asiático, no le conocía pero el tipo pelea como las mejores estrellas de las artes marciales. ¡Que le pongan en "Los mercenarios 4" y luche contra Jet Li!
Es una película muy aceptable, con un enfoque de la acción "ochentero" (aunque filmada con Parkinson como hoy en día), y con la que me he divertido bastante.
Además, el film ofrece algo completamente insólito y poco habitual, digno de una investigación de Íker Jiménez. ¡Podemos ver a John Malkovich con pelo!

Con ‘Milla 22’ volvemos a encontrarnos con ellos. El binomio Peter Berg-Mark Wahlberg que funcionó de manera excepcional tanto en ‘Día de patriotas’ como en ‘Marea Negra’. Hasta en ‘El único superviviente’ se encontraban detalles que levantaban del asiento y hacían pensar en Peter Berg como un cineasta de órdago a la grande. Suyas son también ‘Hancock’; ‘Battleship’ o la serie ‘Friday Night Lights’.
Sin embargo, y tras enormes trabajos con armas y metralla de por medio, llega ‘Milla 22’ a continuar ese trabajo en pareja del que hablábamos al principio; una película que nos quiere contar como un grupo especialista debe llevar un “paquete” a 22 millas de distancia, a contrarreloj, para coger un avión.
La premisa es directa y deja entrever como tendremos por delante un thriller de acción totalmente frenético, sin embargo, una vez dentro del mismo estamos ante una película cuyos vaivenes de cámara dejan de lado que el espectáculo de acción se muestra de manera más ligera de la que podría enseñarse. No es negativo, ojo; es el modo que tiene Berg de transmitirnos ese ritmo que toda misión militar conlleva; ese descontrol y agobio que toda emboscada en la que cada segundo puedes recibir un disparo en la frente tiene. La tendencia a no manejar de manera más relajada este aspecto a la hora de la grabación consigue exactamente eso, que el público no se relaje y disfrute.

La fotografía, música y ese ruido ambiente (junto con el propio ambiente, por supuesto) nos transportan de viaje de una manera veloz, al ritmo al que ‘Milla 22’ nos quiere hacer viajar. No hay que pensar, no hay que volverse locos intentando elucubrar quien es el malo o el bueno, donde está el error o si lo hay… hay que relajarse y escuchar disparos e insultos variados.

Como se mostró en anteriores títulos, el patriotismo se muestra de manera clara, e incluso se nombra notoriamente, llevando ese “orgullo patriota” a un nivel mucho mayor. Y hablando de nivel, Iko Uwais es el nombre. El actor encarna a uno de los tres principales papeles de la cinta, y su aportación a la cinta es más que notable. Después, entre Wahlberg y Lauren Cohan se encargan de mantener la calidad interpretativa en el nivel que una cinta de acción más frenética que profunda requiere.

Adrenalina. Esa es la palabra que se podría utilizar para definir lo que ‘Milla 22’ tiene y muestra sin ningún ápice de descanso. Una película que cuenta lo que quiere contar y que no deja nada a la imaginación. Cierto es que en algunos instantes te quedas con un regusto a que podría haber sido más espectacular, o menos largo y más conciso, pero si hay algo que a Peter Berg no se le puede achacar, es que en historias con armas de por medio, sabe cómo hacer disfrutar al público.

Crítica para MagaZinema.es

Esta cochambre en forma de "film de acción" es una de las cosas más idiotas que se han visto en una sala de cine. Con sus amupulosas y grandilocuentes frases inconexas y su total vacío interno, el barco zozobra a la media hora aunque intentan decirte desesperados que no, que "todo está bien".

El guión es tan tonto que se queda a medio camino entre la comedia y un filme de A3 de sobremesa.

A evitar. No te pierdes nada.