Haz click aquí para copiar la URL

La noche de la iguana

Drama Adaptación de un drama de Tennessee Williams. Un pastor protestante (Burton), expulsado de su iglesia, trabaja en México como guía turístico, dirigiendo excursiones formadas sobre todo por americanas maduras. En una de ellas es víctima de los intentos de seducción de una sensual jovencita, lo que le granjea la animadversión de las demás mujeres. Finalmente, el grupo llega a un hotel regentado por una vieja amiga suya (Ava Gardner). (FILMAFFINITY) [+]
<< 1 5 6 7 10 14 >>
Críticas 67
Críticas ordenadas por utilidad
27 de junio de 2010
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si “Un tranvía llamado deseo” (1951), de Elia Kazan, como película me parece una maravilla, el lenguaje que nos plantea John Huston para filmar “La noche de la iguana” no me lo parece. Creo que desmerece la calidad dramática del texto teatral, del ambiente dramático y de los personajes que en él se dibujan, no es el adecuado. Y no es por falta de calidad: Rochard Burton, Ava Gardner, Deborah Kerr, Sue Lyon… y un largo etcétera. Algo así debieron pensar en la Academia cuando la película solo recibió en 1964 el Oscar al mejor vestuario y una nominación para Grayson Hall, como actriz de reparto, interpretando muy bien a una fanática intransigente y reaccionaria.

John Huston a sus cincuenta y nueve años era ya un maestro, pero aquí se equivoca. Se equivoca en el guión, que escribe junto a Anthony Weiller, y que comienza casi como una película de locas aventuras y que ya desde el principio, en mi opinión, traza un personaje de Shannon, el pastor anglicano, completamente deshilachado y estúpidamente excéntrico, desprovisto de la carga existencial que en el texto original posee, a pesar de una introducción soberbia de Richard Burton encaramado a su púlpito y echando pestes sobre los desconcertados feligreses de su parroquia.

No me gusta la película: ni su ritmo, ni la manera de exponer, o de ocultar, el sentido profundo de la obra, que, como todas las piezas dramáticas de Tenesse Williams nos remite a la compleja relación que ciertos individuos (perdedores, desequilibrados, soñadores, etc.) tienen con la sociedad represiva y con algunos de sus miembros más representativos. En este sentido hay como una apuesta por convertir la tragedia en algo más digerible, en algo híbrido y difícil de definir, pero que se acerca peligrosamente a la caricatura.

A pesar de eso, como es evidente y no podía ser de otra manera, la película tiene valores y curiosidades. Una de las mayores ver a la diosa Ava Gardner con unos añitos, cuarenta y dos para se exactos, bella todavía y excéntrica. Y a la joven Sue Lyon, en plena sazón física a sus dieciocho, dos después de haber obtenido el resonante éxito por su intervención en la Lolita de Stanley Kubrik.

Poco más que decir. Tal vez lamentar que Richard Burton, que objetivamente era el actor adecuado, por razones técnicas e incluso biográficas, no logre una interpretación totalmente convincente por razones de las que él no es el único culpable.
Paco Ortega
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de febrero de 2007
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como todas las películas basadas en obras del dramaturgo Tennesee, asistimos a una película con una fuerza dramática, con una intensidad que hace estremecer al espectador. Es una película desinhibida que va al centro mismo de las cuestiones sin ningún tipo de censura.

Aquí se reflexiona sobre la fe, la vocación, el amor, la pasión, el sexo, el vacío existencial, la desesperanza, la poesía de la vida... Son personajes que un día perdieron el norte, perdieron el sentido de sus vidas, ya ahora quieren volver a recuperarlo. Son interpretaciones muy difíciles por su intensidad y dramatismo y por ello hay que destacar las portentosas interpretaciones de Burton, Gardner y Keer. Destacar el personaje de Deborah Kerr, esa pintura misteriosa junto a su abuelo poeta, una mujer calmada, que intenta poner paz en la terrible tormenta que se va formando. Pero a la vez se aprecia que es una mujer que ha sufrido mucho en la vida, que a aprendido, que quizá a descubierto lo esencial de esta vida e intenta transmitirlo a los otros.

Portentosa escena final, la de el final de ese poema, el poema de la vida
Oscar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10 de febrero de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La obra del gran Tennessee Williams fue llevada a la pantalla por el notorio director John Huston, que con esta película logró un gran éxito. Este film ha pasado a la historia buena del cine. Burton es uno de los mejores actores que han habido. Ava gardner, de una belleza increíble en su madurez, está inmensa en su papel de mujer liberada y de carácter y Deborah Kerr, su antítesis en la película, representa a una mujer virtuosa y bondadosa pero de férrea voluntad. El blanco y negro del film es un acierto total para poner de manifiesto la tragedia de vivir y el ansia de seguir viviendo.De otra parte, Sue Lyon fue convertida en la sex-simbol de la década de los 60. Es cierto que la danza nocturna en el mar entre Ava y sus dos jóvenes empleados es de una sexualidad histórica, elegante y apasionadamente interpretada por ella. La iguana se salvó y la película parece corta de lo buena que es. El cine de "ahora" da pocas obras maestras.
ferdinand
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de octubre de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dijo Luis Buñuel que si se le permitiera, el cine sería el ojo de la libertad. Pero nos tranquilizó diciéndonos que podíamos dormir tranquilos, que la mirada del cine estaba dosificada por el conformismo del público y por los intereses comerciales de los productores. Pero que el día en que el ojo viera y nos permitiera ver, el mundo estallaría en llamas.

Hubo un periodo donde el cine vio, donde el cine-quimera nos brindó el privilegio de la visión: Las décadas del 60 y del 70. Fue el esplendor de asistir al nacimiento del cine como instrumento activo de la verdad poética, del lirismo furioso, combativo y descarnado. Fue la desesperación asumida. El cántaro se había desbordado: Florecieron las vanguardias, recrudeció el cine político y militante, el código de la censura norteamericana comenzó a relajar las mordazas, se flexibilizó el canon industrial del tanque hollywoodense y se resintieron las rancias letanías conservadoras; las cosas comenzaron a llamarse por su nombre: se dijo genocidio y racismo, descontento social y violencia institucionalizada. El sexo en todas sus variantes se plasmó en rutilante tecnicolor y los héroes se cansaron de serlo. No hubo final feliz. Ni tampoco principio.

El sueño del cine siempre había estado vedado y resguardado por los centinelas de la moral imperante, cancerberos reaccionarios que operaron siempre mediante la omisión, la modificación, el reagrupamiento de los materiales y la siempre efectiva prohibición. Los censores del sueño fílmico son y han sido siempre los causantes de la desfiguración. Pero en este período, el cine se volvió un juego peligroso para los estándares, un material inflamable de rigor expresivo y densidad ideológica. Comenzó una guerra de luz y de sombras que subvirtió la realidad material y la devolvió al mundo de los sueños prohibidos y los deseos ocultos. La fuerza impulsora de la época nos recondujo al sustrato de lo vivo, de lo embrionario, de lo primigenio, al origen de nuestra dinámica más profunda. El ansia visionaria de estos creadores fue como una tinta invisible que brotó del alma desnuda, un punto de fuga que apuntó hacia el infinito. Nunca más el cine nos bendijo con un periodo tan lúcido de estridencia y arrebato creativo. Ni antes ni después alcanzó esas cimas.
Es por eso que…urgente reivindicación para:

LA NOCHE DE LA IGUANA

¿Por qué volver sobre ella?

Por Richard Burton, su demonio vestido de azul, los vidrios rotos y los pies sangrantes. Por Deborah Kerr, ángel peregrino y amante pasajera de los caídos en desgracia. Por Ava Gardner y su luna de papel furtiva, su piel de iguana y sus oscuros mancebos. Porque todo lo que nos acerca Tennessee Williams siempre tardará años en cicatrizarnos:

“Con que calma la rama del olivo
observa como el cielo palidece.
Sin llanto, sin plegaria, sin traicionar su desespero.
Una crónica que ha perdido su brillo, un pacto con nieblas doradas.
Y al final, el tallo partido…”

Una de las mejores películas sobre la obra de Williams y una de las más grandes de su director, John Huston.
nahuelzonda
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de marzo de 2011
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Apabullante manantial de salud y sabiduría en formato de celuloide. Film curativo y regenerador. Obra a la medida de Richard Burton en la que los soberbios diálogos, la maravillosa localización, y las extraordinarias actrices que lo acompañan, componen un fresco inolvidable. Deborah Kerr simplemente parece levitar angelicalmente sobre un papel que nos permite recordar que la libertad puede ser alcanzable.
WARREN OATES
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 5 6 7 10 14 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow