Harper, investigador privado

Revitalización del cine negro de los cuarenta, de la mano de Paul Newman, en la que es su primera película policíaca.

El filme de Jack Smight relata un complicado caso de la desaparición de un hombre, el marido de Lauren Bacall. Ella contrata a un investigador privado, Harper (Newman) para resolverlo, pero el entramado se irá complicando conforme avanza en su investigación, revelando una serie de turbios asuntos y personajes de la más baja calaña.

Como película-revival del cine negro, Smight respeta los clichés del género y los adorna con una serie de personajes de perfil muy desarrollado, de una naturaleza malsana y traicionera por lo general. Para seguir la tendencia, el mismo Harper no es la figura de una especie de Humphrey Bogart neo-noir, sino la del anti-héroe que consigue lo que quiere con maneras poco decorosas y ortodoxas.

El guion es su punto fuerte principal. Un texto elaborado en el que se mezclan tramas y personajes de forma sólida, con conversaciones inteligentes y bien elaboradas. Pero, a pesar de lo interesante de su premisa y estructura narrativa, el filme es tan regular en cuanto a formato visual que no puede evitar caer a ratos en una monotonía poco beneficiosa para el relato, además de carecer casi absolutamente de ritmo en las escasas escenas de acción.

El reparto refleja lo esperado de sus actores; tanto el presumido y orgulloso Paul Newman como la fría y calculadora Lauren Bacall, pasando por una no menos estupenda Julie Harris, conforman un starring de gran interés interpretativo, algo que Smight ha aprovechado muy bien en una película donde los personajes son lo más importante.

Interesante.

Adaptación de una novela de Ross Macdonald dirigida por Jack Smight y protagonizada por Paul Newman que interpreta a Lew Harper, un detective contratado por la millonaria señora Sampson (Lauren Bacall), que sospecha que la ausencia de su marido se debe a una infidelidad. La historia está perfectamente rodada realzando todos los tópicos del cine negro, una trama complicada llena de sospechas y apariencias engañosas, un detective cínico y con estilo que sabe moverse por los bajos fondos y un reparto de mujeres misteriosas entre las que destacan Shelley Winters, Julie Harris, Lauren Bacall y en menor medida una sufrida Janet Leigh que interpreta a la esposa del detective. En cuanto a Paul Newman, el actor principal de la película simplemente cumple, su personaje queda muy lejos del Phillipe Marlowe de Bogart ícono del género, sin duda el de Lew Harper no es uno de sus papeles más recordados.
En resumen, buena película, rodada en una época en la que el cine negro era bastante escaso y falto de calidad, merece ser vista y recordada.

Paul Newman quizás gesticula más de la cuenta, pero se le puede perdonar, porque es un actorazo y, al menos a mi, me genera siempre una gran empatia... debe ser su gran carisma, cómo llena la pantalla. El resto de actorazos hacen de esta trama un divertimento atractivo. Si es verdad que la trama es un tanto embarullada, pero a mi no me importó demasiado; o es que no lo es la vida real muchas veces? Buen ritmo y diálogos cargados de "chuleria" graciosa por parte de Harper. Toques de humor que se agradecen. Interesante película, de buen ver y para disfrutar.

Harper no es mala película, pero tampoco es una obra maestra. No nos vamos a engañar. Hoy día queda ya muy lastrada por su estética, sin duda. La historia en sí misma no es nada del otro mundo, pero engancha. Lo mejor quizá sea el cúmulo de buenas actrices que actúan en ella, pero poco rato para no eclipsar a Paul. Por qué las mejores escenas son en las que aparecen Bacall, Leigh y Winters? Incluso Julie Harris hace un trabajo digno. La Tiffin solo fue una cara bonita. El problema de la película es el gran Paul Newman que aquí esta absolutamente SOBREACTUADO. Y eso es imperdonable en un buen actor. O en un buen director. Smight demuestra aquí su falta de carisma. Y con todo la película entretiene, que no es poco.

Pues a mi me ha parecido más bien normalita. Buen elenco de actores y buenas interpretaciones, pero el argumento no pasa de convencional y el final es bastante predecible. Es una buena elección para una tarde lluviosa de sábado para pasar el rato, pero poco más.