Hostage

El cine de acción muestra una salud formidable en manos de autores europeos. Si Jean-François Richet nos ofreció un buen remake del clásico carpenteriano Asalto al distrito 13, ahora es el turno del también galo Florent Siri y su incursión en el subgénero de secuestros, negociadores y todas esas cosas que tanto juego dan en pantalla y tan bien nos lo hacen pasar. La película no sólo está endiabladamente bien dirigida, sino que maneja un ritmo dramático que, tras una primera y tensa introducción, logra encadenar delirantes ideas de guión que se vuelven más y más interesantes en tanto que pierden en credibilidad y se acercan a una insensatez narrativa tan reñida con el concepto de verosimilitud como fecunda en imaginación visual. Ahí está el psicópata de turno (un poco chorra, la verdad) y su historia de amour fou, o el secuestro paralelo que desemboca en el tiroteo en la cabaña. Su clímax final (el de la mansión) roza el ridículo, pero es un placer para la mirada. Definitivamente, aquí la historia es lo de menos y sólo vale para poner a prueba las capacidades interpretativas de Bruce Willis (en esta ocasión, contenido e intenso) y la solvencia técnica de Siri; el resto es pura diversión, algo más de hora y media de entretenimiento que se pasa en un suspiro.

Lo mejor: su clímax final, rozando el fantastique.
Lo peor: el trauma de Willis, un tanto sobado.

Jeff Talley (Bruce Willis) es uno de los mejores negociadores de la Policía de Los Ángeles, pero un buen día sus destrezas y habilidades le fallan y esto les cuesta la vida a personas inocentes. Un año después y ahora como jefe de policía del pequeño pueblo de Bristo Camino se le presenta nuevamente una situación de rehenes, pero esta vez es más difícil porque envuelve a sus seres queridos y a elementos del crimen organizado.

Bruce Willis es un oficial de la ley con sentimientos de culpa y atormentado, que falla en el momento más requerido. Este film es producido al mejor estilo de “Die Hard” (1988), toma de rehenes, crimen organizado envuelto, dobles agendas y sobre todo mucha acción y elevada adrenalina.

Es bueno notar en la filmografía de Bruce Willis, que por mayoría interpreta al personaje cínico y duro, es como una especie de marca registrada. La película tuvo un presupuesto de $75 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $78 millones, además recibió dos nominaciones a diferentes premios en festivales de cine.

Enésimo papel de cínico-chulo-duro policía de Bruce Willis, recordando al inolvidable John McClane de “La junga de cristal” (1988).

“Hostage” cuenta, en un comienzo muy prometedor, cómo un negociador fracasa en su intento por salvar la vida de unos rehenes secuestrados por un loco en su propia casa. Años después, transformado en un policía de un tranquilo condado, volverá a vivir una situación similar.

Florent-Emilio Siri firma una película archiconvencional, mil veces vista y repleta de copy-paste de otras cintas del género: desde todas las películas de negociadores pasando por la ya nombrada “La jungla de cristal”, hasta la violencia visual de “El cuervo” (1994) o incluso recuerda algo del sadismo de “Funny Games” (1997) de Haneke. Los secuestradores son crueles, sin escrúpulos y alguno de ellos con una maldad sobrehumana, rayana en diabólica, lo que hará harto difícil la labor de Willis.

La cinta cuenta con unas dosis de violencia que se encuentran por encima de la media del cine de acción convencional, lo que supone que no es una cinta destinada exclusivamente a hacer caja, aunque el 95% lo sea. El otro 5% es marca del Florent-Emilio (vaya nombrecito, por cierto), que consigue darle a tanto convencionalismo un cierto toque personal en cuanto al estilo visual de la cinta.

Su desarrollo no es nada novedoso, pero la cinta es bastante entretenida. Entre tanta copia y recopia de películas, Siri logra cohesionar un filme de buen ritmo, de escenas con cierto toque especial a la par que grotesco, y un acabado general bastante aceptable. Y Willis, para sus fans, repite el papel que lo lanzó al estrellato, el héroe de acción que aquí, esta vez, se mueve por un miedo más humano y racional.

Recomendable.

Película bastante buena del gran Bruce Willis, con un comienzo de película que ya te deja con la intriga hasta el final de la película y eso lo cumple con creces, entretenimiento puro y duro con un Bruce Willis con una actuación bastante buena. Si queréis ver una película adecuada y entretenida esta os gustará.

Seguramente tendrá mas trampas que una película de chinos, pero prefiero quedarme con el rato de distracción que pasé viéndola. Como decía Jesús Hermida: "El cine es maravilloso, durante hora y media los que están en apuros son otros".