La cabeza de la araña

La Cabeza de la araña plantea dicotomías varias, que resultan excesivas para su contenido final (sin entrar en spoilers). Es una película superficial, que plantea una historia futurista interesante inicialmente, pero que cuando se adentra en ella, no se encuentra algo tan interesante. Las historias futuristas o de ciencia ficción generalmente, suelen tener una atractivo atemporal que las hace valiosas. Este no es el caso, ya que en mi opinión, es una historia que plantea una temática bastante pobre y poco atractiva, y que ya a la media hora de visionado, se vuelve redundante.

Con un presupuestos exasperante (se dice mas de 100 millones de dólares), cuesta creer porque netflix apuesta a películas de este estilo. Tan ambiciosas en cuestiones iniciales y básicas, pero tan poco desarrolladas en la cuestión narrativa.

Y es que este cineasta tiene cosas interesantes (acaba de salir con éxito de TOP GUN: MAVERICK), pero lo de aquí no cuaja. Y hay una buena pista de por qué:

Esencialmente, el largo juega al enfoque moderno tan manipulado por gente como Damon Lindelof (piensen como referencia en algo como COWBOY AND ALIENS) en el que se intenta mantener al espectador interesado moviéndose en la penumbra -

Spoiler -- no funciona. Uno se tiene que preguntar de qué caray van los experimentos llevados por Hemsworth. Cuando llega la respuesta, está uno en el minuto 84 y ya es tarde. Por otra parte, el facilón enfoque de basar la piscología de los personajes en lo traumático (lo que Daniel Tubau llamaría "psicologismo" no aporta realmente gran cosa a la empatía o hondura de los mismos.

Y para redondear, el tono trata de ser chocante y a menudo no lo logra. Amén de que la dirección de Kosinski peca de en exceso fría. Vamos, que esto no funciona.

Tal vez como episodio de una serie de antología hubiera funcionado. Porque no hay chicha suficiente para llenar cien minutos. Un fracaso.

La ambientación es interesante, tiene planos a nivel fotográfico muy hermosos para la ciencia ficción que trata de vender. Mi problema fue que estaba esperando que en algún momento de la película hubiera una sorpresa o algo así, pero nunca sucedió.

Si el dilema y cuestionamiento que pretende trabajar la película es a nivel moral, lo que ocurre en la misma es inmoral desde el inicio. El presidiario protagonista es "el bueno" desde el inicio y el biomédico es "el malo" desde el inicio. Entonces... Creo que la historia debió ser contada de otra manera.

Visualmente es entretenida. No esperes mucho más que eso.

Filme que combina la ciencia ficción con el drama carcelario, todo ello bajo una pátina de thriller psicológico.
Se trata de una adaptación de la novela corta de George Saunders, que no he leído y por ello no sé hasta qué punto está reflejado acertadamente el relato.
Tal y como yo lo veo, es interesante su premisa y no tanto su desarrollo.
Es irregular, combinando los buenos momentos dramáticos con otros en los que la supuesta intriga da paso, por un ritmo erróneo, a momentos un tanto vacuos.
En líneas generales se sigue bien, más que nada por saber cómo finalizará, que lo hace de la forma más previsible y por ello sin sorpresas.
No aburre, cierto, pero tampoco queda en la memoria durante mucho tiempo.
Bellos paisajes de la Isla Hamilton, en Queensland, Australia.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/

Resulta curiosa la animadversión que manifiesta tanto «Film Bro» hacia esta película. Hay quien la tacha de episodio malo de «Black Mirror» (ídem, 2011-Actualidad), o quien reprocha a su director, Joseph Kosinski, no ser Alex Garland.
Mi consejo para el primero es que revisite las últimas temporadas de «Black Mirror», a ver si de verdad encuentra muchos capítulos mejores que «Spiderhead». Al segundo le diría simplemente que ya tenemos bastante con un Garland y absurdos cósmicos y cuánticos del calibre de «Aniquilación» («Annihilation», 2018) y «Devs» (ídem, 2020). Y a ambos, y a otros de su mismo, incomprensible, rencor, que se relajen y disfruten de un producto tan desenfadado como entretenido, 100 minutos de distopía todo lo descafeinada, desnatada y «gluten-free» que se les antoje, pero de eficacia indiscutible. Un poco, vaya, como el improbable villano compuesto por un Chris Hemsworth que rebosa carisma y sonrisas de anuncio de Corega, dejando en mantillas a Miles Teller, enésimo mancebo de trazas «marlonbrandianas» y supuesto protagonista.
En suma, cinta típicamente Netflix, con todo lo que conlleva —superficialidad, simplismo, escenografía de IKEA—, perfecta, no obstante, para refrescarse una tórrida noche de agosto. Mención aparte merece la banda sonora, deliciosa horterada pespunteada de temas de Supertramp, Roxy Music y Hall & Oates. Insisto: muy cabreado hay que venir del curro para no dejarse llevar por el espíritu lúdico de «Spiderhead».