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La sombra de un gigante

Bélico. Drama Guerra árabe-israelí de 1948. Tras la Segunda Guerra Mundial, el Coronel Marcus, un militar norteamericano de origen judío, no está satisfecho con los resultados de la contienda. Identificado con la causa hebrea, desobedece las órdenes de sus superiores y se pone al frente de las tropas judías que luchan contra los árabes para fundar el estado de Israel. Fue el primer general del ejército israelí. (FILMAFFINITY)
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Críticas 13
Críticas ordenadas por utilidad
1 de noviembre de 2017
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A recuperar, peliculón clásico con todo el aroma del cine clásico bélico histórico. Guión de eficiencia cronometrada, dirección sin alharacas pero de una perfección que hoy no alcanzaría casi nadie. intérpretes magníficos (senta berger quita el aliento) música, fotografía, perfectas. Lo dicho, cine, que otra cosa.
spartacusxxi
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21 de diciembre de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
414/23(20/12/20) Film bastante plano, con claro sentido pro-sionista (esto de por sí no es malo) hecho a mayor gloria del carismático Kirk Douglas en su condición de judío que parece reivindicarse en ello. Se adapta el primer libro de Ted Berkman (“Fear Strkes Out”), trata sobre 'Mickey Marcus', un graduado judío-estadounidense de West Point que comandó unidades de las incipientes Fuerzas de Defensa de Israel durante la Guerra Árabe-Israelí en 1948 que se dio para la instauración del estado de Israel. La productora fue la compañía Batjac, fundada por John Wayne para la realización de la película "El Álamo", el capital era israelí, para asegurarse la taquilla, se decidió que la historia debería de contar con un plantel de grandes estrellas aunque simplemente realizaran poco más que cameos, como Yul Brinner, Frank Sinatra y el propio John Wayne, junto a ellos las bellas Angie Dickinson y Senta Berger. Los recortes en el presupuesto se realizaron en la contratación del director y del guionista, doble papel cayó en Melville Shavelson, especialista en comedias de Bob Hope., y esto se refleja en una realización monocorde y sin una escena que pueda sobresalir, con un desarrollo ordinario, donde la emoción está anulada, con un triángulo amoroso chirriante, y con un final que se supone trémulo (todo termina reduciéndose a la construcción ‘épica’ de una carretera en una semana, ‘Ruta de Birmania’ a Jerusalén) y me resulta anticlimático en su resolución. Siendo un film bélico las escenas de acción resultan poco estimulantes, parecen rodadas con el piloto automático, con momentos tan ridículos con el ataque a un convoy de tanques desde un monomotor aéreo con sifón (¿?). Cinta donde Shaverlson demuestra que nunca se destacará en cine, con una rutinaria labor, con ritmo irregular, dónde se ensalza cual hagiografía a Marcus, demasiado complaciente, donde se loa sin matices a los hebreos, no tiene dilemas morales, no hay lugar a las reflexiones, todo te lo dan masticado. Se hace flaco favor a la causa sionista con esa representación cuasi-fantasmal de los árabes, no tiene más rostro que los indios en un film del salvaje oeste, son un ente maligno al que no se le dan motivaciones, con lo que se pierde capacidad de complejidad en un conflicto con muchas aristas.

Después de una brillante carrera en el ejército de los EE. UU., El héroe de la Segunda Guerra Mundial y el judío estadounidense Mickey Marcus (Kirk Douglas) es llamado al nuevo estado de Israel para construir un ejército capaz de resistir a sus enemigos árabes. En contra de los deseos de su esposa (Angie Dickinson), Mickey emprende el viaje y comienza a transformar un ejército clandestino heterogéneo en una máquina de combate de primera clase. Se une a un pequeño grupo de soldados liderados por Asher Gonen (Yul Brynner), un líder devoto y verdadero creyente. Pero a medida que se avecina la amenaza de la guerra, Mickey también debe enfrentarse a su creciente atracción por la hermosa activista Magda Simon (Senta Berger). A la lucha se une un piloto americano, Jersey (Frank Sinatra, en un papel bastante pobre y totalmente eliminable, siendo ejemplo de su presencia el modo aséptico en que desaparece).

Es interesante como se aborda el tema como consiguió el estado Israel tras una votación de la ONU, y esto desembocaría en la no aceptación por parte de los países árabes colindantes y la consiguiente guerra polarizada frente a estos, donde la joya de la corona es Jerusalén, por cierto, conflicto que perdura hasta nuestros días ante posturas irreconciliables, aunque Israel cedió terrenos a la autonomía palestina en Gaza y Cisjordania. Aunque se nos habla de un Israel aislado, cuando fue apoyado por capital judío internacional, e incluso Unión Soviética, que creía poder satelizar el nuevo estado para que fuese de régimen comunista, remanente de los socialistas kibutz. Todo esto se oculta en pos de reflejar aun pueblo judío abandonado a su suerte que cual David lucha contra el Goliat árabe. Los judíos si aceptaron la internacionalización de Jerusalén como mal menor, pero fueron los países árabes y el Mufti de Jerusalén (aliado de Hitler durante la WWII), los que no quisieron esto y respondieron con la guerra. Aunque para humanizar a los árabes se hecha mano de un caricaturesco rol en la figura de Topol encarnando a un combatiente musulmán, Abou Ibn Kader, colaborador de los israelís (claramente influenciado por el Anthony Queen de “Lawrence de Arabia”).

Me resulta complicado creer que estos combatientes judíos que nos muestran aquí en clara precariedad de medios pudieran hacer frente a cinco países a la vez, y es que el armamento y la organización era mucho mejor que lo visto aquí cual visión mesiánica de los elegidos pueden contra todo y todos. Si es verosímil y real como los diferentes bloques de guerreros israelís como al principio eran grupos independientes que actuaban sin coordinación y para funcionar de modo eficaz se unieron contra su enemigo. También se nos muestra el buenismo de las tropas de ocupación británicas con los israelís, dejando fuera de foco que los judíos tenían grupos terrorista que mataron a muchos de estos solados anglos, y es que la verdad no te estropee una hagiografía; Los flash-backs de la Segunda Guerra Mundial tiene dos sentidos, uno mostrar la valentía y arrojo de ‘Mickey’, esto resulta sin fuste alguno, y por otro lado mostrar los campos de exterminio nazis, ello al menos elegantemente fuera de plano, y con lo que dar razones a los judíos para su estado Israel, y para dar sentido a ‘Mickey’ para ayudarlos, pero esto se siente un subrayado excesivo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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13 de mayo de 2021
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Después de luchar en la Segunda Guerra Mundial, al abogado judío-estadounidense David "Mickey" Marcus se le ofrece una asignación peligrosa en Palestina. Allí, los vencedores aliados y las Naciones Unidas apoyan la formación de Israel mediante la partición. Al llegar, Douglas que hace de MICKEY MARCUS se encuentra en 1966: el conflicto árabe-israelí.
"Cast a Giant Shadow", titulo original, tiene un buen titulo al menos.
Primero, comienza con imágenes gigantes de tres figuras inquietantes: Winston Churchill, Franklin D. Roosevelt y Joseph Stalin (en Yalta).
En segundo lugar, presenta "apariciones especiales" de grandes actores: Frank Sinatra, Yul Brynner y John Wayne en papeles mediocres.
En tercer lugar, tienes a la bellísima Senta Berger (como Magda Simon), quien consuela en la guerra a Douglas, su esposa Angie Dickinson (en casa) le espera desconsolada.
Esta película es lo que esperarías, considerando la política y el tiempo. Douglas es siempre una fortaleza; su actuación mantiene la película unida a través de algunos momentos difíciles, y se agradece su interpretación, de lo poquito bueno del film.
El director Melville Shavelson y el director de fotografía Aldo Tonti hacen un uso atractivo de las ubicaciones, pero Shavelson no tiene el talento suficiente para levantar la película.
La verdadera historia es que Douglas se acuesta, su personaje, con Berger y Dickinson, de las mas bellas de los sesenta, no pensamos en la guerra arabe-israelí y eso es un fallo clamoroso del guión.
camegcat
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