Un crimen perfecto

Sin llegarle a la suela del zapato de Hitchcock, pero superando de sobras a otras muchas chapuzas llamadas nuevas versiones. Ahí se sitúa "Un crimen perfecto". Un interesante remake, sostenido con pulso y muy entretenido, con un sofisticado Michael Douglas y unas buenas interpretaciones de Gwyneth Paltrow y Viggo Mortensen. Posee además estilo visual definido y atrayente y el conjunto resulta elegante y satisfactorio, aunque coincido que en los tres minutos finales faltó más tensión y más control.

Pero, sin dudas, uno de los mejores remakes de los últimos años, sobre todo teniendo en cuenta de qué clásico procede.

Recomendación expresa: no vean este film después de haber presenciado la noche anterior la mítica ‘Dial M for murder’ (1954) de Alfred Hitchcock. En el supuesto de hacer caso omiso a la anterior recomendación, sepan que le estarán haciendo un flaco favor a esta película que aquí nos ocupa, ya que el grado de entretenimiento que atesora se verá drásticamente reducido.

En 1998 algún producto avispado decidió realizar un remake de la mítica obra del británico. Le conseguiría una factura técnica correcta, y una dirección con oficio a cargo de Andrew Davis. Tan sólo quedaba llenar el cartel con nombres conocidos, ahí están Michael Douglas, Gwyneth Paltrow o Viggo Mortensen (todavía no tan popular por aquel entonces), y contratar a un guionista, Patrick Smith Kelly, que le diera cierta frescura a la archiconocida historia.

¿Resultado? Más que correcto. No es una obra repleta de chabacanería, por así decirlo. La trama consigue su objetivo principal, esto es intrigar al espectador con el devenir de los acontecimientos. La fórmula no es exactamente la misma que la empleada por Hitchcock, pues aquí la película sí recurre al aire libre, aunque sí la esencia del plan criminal. Cambia, principalmente, el movimiento de los peones.

En fin, a pesar de estar limitada desde su nacimiento, puesto que el espectador siempre recurre a las odiosas comparaciones, la cinta salva el obstáculo sin mayores problemas. Puede que ayude la clara vocación comercial del film, y el grado de efectismo en el que se sustenta. Con todo, a mí me parece una buena intriga.

Que quieres hacer un remake de una peli de Hitchcock, pues muy bien. En tu derecho estás. No se puede defenestrar la peli sólo por eso.

Que no quieres Gusvansantnear e introduces en el guión giros diferentes a los de el original, pues muy bien. Se agradece.

Que crees que eres capaz de rodar con el pulso suficiente para que tu película aguante las comparaciones y la gente no te eche a los perros, pues chachi. La verdad es que no lo haces mal. Pero ¡ay, amigo Davis!... que en tu peli salen actores, y los pobres son unos mandaos (por ti, concretamente). No les puedes tener toda la película, les pase lo que les pase, con la misma cara de estar intentando recordar si han apagado el gas antes de salir de casa.

Los protas son un matrimonio rico, pero ella sale todo el rato vestida como de confecciones mari-pili. Qué poco glamour, nena.

Pero, a parte de vestirla como a cualquier ama de casa de barrio periférico, a la Paltrow le cae el marrón de hacer creíble (y no lo consigue, la pobre) su personaje, una mujer que desde su esfera social, en la que se presupone que ha vivido desde niña entre algodones, afronta, sin inmutarse lo más mínimo, una serie de hechos que destrozarían la estabilidad emocional de cualquier persona que no padezca de asperger. Eso de que los ricos también lloran va a resultar que es una falacia.

Lo mejor, lo mires por donde lo mires, es Viggo Mortensen. Y que la peli, pese a sus protagonistas de cartón-piedra y su guión tramposo in extremis, la verdad es que entretiene bastante.

Veo que todo el mundo considera esta película un remake del clásico de Hitchcock del mismo título, y a pesar de que esta película no es una obra de arte, como la firmada por el maestro inglés, tiene suficiente diferencias en su guión y en el desarrollo de la misma para que pueda ser considerada independiente y original, aunque sólo es una opìnión personal de alguien al que le gusta el cine y ha visto un poco.

En mi opinión Andrew Davis consigue forjar una trama principal sutilmente distinta, con nexos de unión, pero no sólo con la de Hitchcock, sino también con otras muchas del género, sólo hay que buscar y buscar los remedos. Davis es un director veterano, que sabe mantener la intriga y el interés del espectador por el propio relato y la propia acción.

Además, consigue unas excelentes actuaciones de sus actores, Michael Douglas lo clava y Gwyneth Paltrow realiza una gran interpretación, tanto de mujer traidora enamorada de un tercero, como de víctima inocente para finalmente tomar las riendas del asunto y tomar cumplida venganza de las ofensas recibidas. Quizás Viggo Mortensen sea el más flojo de la terna protagonista.

A mí personalmente la película me ha gustado, y le otorgo un notable, 8.

Film denostadísimo entre los que van de auténticos por ser un remake del maestro Hitchcock. A mi personalmente me gusta incluso más que el original. "Crimen perfecto", de 1954, cuenta con unos personajes muy estereotipados entre el bien y el mal, en sus actuaciones y sus actitudes, que me parecen algo acartonadas, todo muy propio de su época. Sin dejar de parecerme una gran película técnicamente y de entretenerme a lo largo de toda la investigación, creo que el paso del tiempo juega algo en su contra.

En "Un crimer perfecto" Andrew Davis no se limita a copiar el original, tal como ocurrió con el lamentable remake de "Psicosis" firmado por Gus Van Sant curiosamente ese mismo 1998, que calcaba plano a plano el clásico más terrorífico de Hitchcock. El guión de "Un crimen perfecto" da una importante vuelta de tuerca a la personalidad de los protagonistas, y es ahí donde radica la fuerza de la película.

La idea de cargarse a su mujer sin levantar sospechas recae esta vez en el volcánico Michael Douglas que como financiero ambicioso y sin escrúpulos, papel en el que le hemos visto brillar ya en varias ocasiones (Wall Street, The Game), ofrece muchos más matices que el meticuloso y envarado Ray Milland del original. Gwyneth Paltrow se pone en la piel de la pijita y frágil esposa de Douglas, sin alejarse mucho del registro de Grace Kelly. Pero el gran golpe de efecto viene con el tercero en discordia. Viggo Mortensen es el amante de Paltrow, quien se beneficia de este polifacético artista a espaldas de su marido sin tener ni idea de su pasado como ladrón y estafador. El personaje de Mortensen añade un ingrediente extra de intriga a la historia respecto a la original, ya que le vemos evolucionar de amante a bandido en cuanto Michael Douglas le propone acabar con su mujer a cambio de una buena recompensa.

La película funciona perfectamente como thriller y la historia encaja como un guante con una única pega: un final terriblemente peliculero y facilón, que rompe bastante con el tono sobrio del film. De no ser por esos últimos minutos mi nota, y posiblemente la percepción general que existe sobre esta película, sería mucho más positiva.

Con todo, "Un crimen perfecto" es una muy buena película.