El exorcista

El Exorcista, pocos saben que se encuentra basada en un libro que a la vez esta basado en un hecho real acontecido en 1949 en Maryland.
Sin lugar a dudas, es la mejor película de terror que jamás ha existido y por siempre lo será, un clásico dentro del cine y una auténtica obra de arte. Con un argumento increíble, mezclando drama con terror, El Exorcista consigue mostrar que el verdadero terror no se obtiene a raíz de sangre y matanzas (es decir gore) sino de forma sutil, tocando los puntos débiles de los humanos. Todo un ejemplo de lo que es el verdadero cine de terror y por supuesto insuperable.
Un reparto excelente, entre los que debemos destacar la magnífica interpretación de Ellen Burstyn, de Linda Blair, de Jason Miller y de Max Von Sydow.
El Exorcista esconde mucho más de lo que aparentemente vemos. La película para poder destriparla bien es necesario completarla con el libro y volver a verla, de esa manera podemos descubrir detalles de la trama ocultos, como si realmente Regan fue poseída por el demonio Pazuzu o todo se debía a un montón de problemas paranormales que sucedían debido al desequilibrio que la niña pudo tener cuando sus padres se separaron.
Sin embargo todo nos lleva a un debate entre la existencia del demonio.
Magnífica.

Es una de esas tardes en las que estas en el video club y al ver que ninguna novedad es lo suficientemente atractiva, te decantas por hacer una visita a la estantería de los clásicos. Y de pronto la ves. Evidentemente no esta muy solicitada ya que tiene mas de 30 años. La coges y llegas a casa. Y descubres que nada ha cambiado. Linda Blair sigue en la cama sucia y poseída. El padre Karras asustado y confuso. Y el padre Merrin viejo y cansado en la que sabe que será su última batalla. Pero lo mejor de todo es que en ti no ha cambiado nada. Que sigue asustándote la música, los efectos y en definitiva toda la historia que hace que no puedas quitar los ojos de la pantalla. Una de las más grandes películas del cine fantástico de todos los tiempos que aun hoy te hace preguntarte si eso podría ocurrir de verdad.
Disfrútala

En el impío año de 1974 D.C. William Friedkin dirigió su segunda obra capital tras “French Connection”: ni más ni menos que la adaptación del estupendo bestseller “El Exorcista” de William Peter Blatty, contando con éste para el guión adaptado. Esto se traduce en una versión altamente fiel a su origen literario que respeta su esencia de thriller diabólico y turbador.

Pero entremos en materia. El padre Merrin (Max Von Sydow) descubre en unas excavaciones la estatua oculta de Pazuzu, rey y señor de los demonios del viento en la mitología sumeria, que es muy prolífica en cuanto a malos rollos se refiere. Acto seguido, en Georgetown Regan MacNeil (Linda Blair) comienza a tener ciertos síntomas proclives al maligno, que van manifestándose paulativamente en un crescendo visceral y desesperante. Tras infructuosos intentos por explicar qué le sucede a la niña por parte de médicos y psiquiatras, se intenta recurrir a la iglesia. Será el joven y atribulado padre Karras (Jason Miller) que atraviesa un etapa de crisis de fe, atormentado por la culpabilidad de haber abandonado a su madre enferma, el encargado de enfrentarse a la posesión. Con la ayuda de Merrin, el enfrentamiento decisivo culminará dramáticamente en un tramo final que forma parte de los anales del cine de horror.

Ya sabemos que el tiempo es un cabrón inmisericorde que puede descalabrar con felonía al celuloide añejo desvirtuándolo irremisiblemente, sobre todo en el género fantástico cuando parte sustancial de su fuerza reside en efectos especiales desfasados. Este no es el caso, puesto que si hay algo que destaque fuera de los cánones habituales es esa austeridad en el empleo de recursos efectistas, primando ante todo un ambiente realista y malsano que impregna cada fotograma. El gran acierto de Friedkin fue dar un enfoque naturalista a una cuestión sobrenatural, factor que contribuyó a la verosimilitud del relato y el consecuente canguelo del espectador. Dicho enfoque junto a la impresionante e icónica actuación de Linda Blair con su prodigioso maquillaje, configuraron unas señas de identidad imperecederas que sobrevivieron más allá de las modas para alcanzar el status de mito referencial.

El resultado ha pasado a la historia: espasmos y deserciones masivas de las salas, aumento de fieles canónicos en misa, crítica dividida entre la ensalzación a los altares o la sepultación a los infiernos; en definitiva, el nacimiento de un hito en el cine de terror envuelto en una aureola de leyenda negra desde entonces hasta nuestros días.

Amen.

Quizá la mejor película de terror de todos los tiempos. Aún así no le valió para triunfar ese año en los Oscar porque tuvo la mala suerte de tener como rival a una obra maestra como ”El golpe”.
William Friedkin hizo su mejor película y es una lástima que su director no levantara cabeza desde entonces, realizando unos discretos filmes que no dejan de ser subproductos. Los actores están magníficos desde Linda Blair, Jason Miller que hace del Padre Karras, al mítico Max Von Sydow con una introducción magnífica en el desierto de Irak.
La historia está basada en un libro de William Peter Blatty que se implicó de tal manera en la película que además del guionista fue el productor. A él se debe gran parte del éxito del film y su calidad artística. Años después se pondría detrás de las cámaras para realizar la floja "El exorcista III".
La fotografía es del mismo equipo de "French Connection" y destaca la música de Mike Oldfield, que aunque no hace la banda sonora realiza el tema principal. Quizá el excesivo subrayado de la posesión de Reagan es lo que se le puede criticar, es en ocasiones excesivo cuando una posesión es más discreta según los expertos. Aún así no se ha vuelto a tocar estos temas con la profundidad que se nos ofrece aquí, mostrando unos personajes tan complejos y cargados de problemas y dudas. Sin lugar a dudas ver esta película en solitario, con un buen sonido, por la noche y sin luz en la habitación es una de las experiencias más inquietantes que podemos tener en nuestras vidas.

Para mí, el miedo y el terror en el cine tocó techo con esta película.
Un principio espeluznante te anuncia el terror que se avecina.
La música envolvente te hace agarrarte a la silla.
Las interpretaciones dramáticas te cortan la respiración.
No hay nada más aterrador que compartir vivienda con una niña poseída por el demonio, por poco que creas en estas historias.

La única pega que le pongo es a la versión del director por algunas escenas en las que aparecen rostros de repente en modo de flash que no vienen a cuento.

A los que se ríen con las escenas del vómito, el giro de 360º de la cabeza o cuando la niña baja las escaleras les recomiendo que se vean "Reposeida", la parodia sobre esta película que la propia Linda Blair interpreta mofándose de su propio éxito.
Dejad de insultar a esta película con vuestras carcajadas, aunque seguramente lo hagáis para camuflar vuestro miedo, porque yo no le veo la gracia por ningún lado.

FeR