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La reina del miedo

Drama Robertina, una exitosa actriz está en el apogeo de su carrera, pero vive en un estado de ansiedad constante. Sin embargo, la situación personal de un gran amigo la lleva a irse unos días de viaje, momento en el que Robertina consigue ver en perspectiva su vida absurda. Lejos de casa, se deja llevar por una poderosa deriva que la cambiara para siempre. (FILMAFFINITY)
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
25 de marzo de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer lugar, el estreno de una película argentina siempre es bienvenido, especialmente cuando se trata de gente del ambiente que ha decidido dar un paso adelante para seguir construyendo ese tan necesario cine nacional, fuente de trabajo para mucha más gente. En este caso es la opera prima de Valeria Bertucelli, con una interesante carrera como actriz en cine y teatro, de Fabiana Tiscornia, una mujer con una larga filmografía como asistente de dirección de los más importante directores argentinos, y Marcelo Tinelli, un animador y productor de televisión que se destaca por sus grandes espectáculos y series televisivas.

El film, prolijamente realizado desde lo cinematográfico, cuenta con un guión que encuentra algunas dificultades. Le cuesta avanzar, se enamora de su personaje estrella, y termina girando siempre sobre lo mismo, en lo que se transforma en un hecho egocéntrico alrededor de su protagonista principal, Robertina, una actriz destacada que se encuentra en un momento importante de su vida: su marido la acaba de abandonar, esta frente a un inminente estreno teatral que protagoniza, y tiene un amigo íntimo en Dinamarca que está muriendo de una enfermedad terminal. Un entorno que indudablemente la condiciona.

La dupla Bertucelli / Tiscornia encierra las acciones dando un aspecto claustrofóbico al film. Hay en ello un mérito dado que el encierro constituye un riesgo que las directoras asumen desde la primera escena. Ese miedo del título se instala como una presencia desde el inicio de la película, la cual puede ser divida en 4 actos: una introducción en la casa de Robertina, un viaje a Dinamarca a visitar a su amigo enfermo, un regreso apurado para estrenar obra en el teatro, y un epilogo que cierra un circulo que obviamente no deja salida.

Robertina muestra las fobias que padece desde el comienzo del film. Su personaje encerrado y acelerado, que pareciera ir y venir rebotando por las paredes, manifiesta una neurosis difícil de sanar. Pide ayuda y lo hace a los gritos pero lo hace desde su encierro y en consecuencia nadie la escucha. Se siente una víctima, y seguramente lo sea, pero de sí misma.

Por otro lado vive en una vorágine que la lleva en el mismo momento que está ensayando una obra de inminente estreno a tomar un avión para visitar a su amigo enfermo en Europa. Es claro que el viaje es un escape de sí misma más allá de la profunda amistad y el amor que siente por su amigo. Pero es también un acto de profunda irresponsabilidad frente a sus productores teatrales. No obstante, ella está buscando tomar distancia yendo hacia una situación en la que deja de ser la víctima para transformarse en apoyo de un amigo. Pero no lo logra. Su amigo, pese a su enfermedad, manifiesta tener un equilibrio y una entereza de la cual ella carece. Y la situación planteada, paradójicamente, termina en reversa.

Robertina es puro vértigo. Vive escapando de sí misma durante todo el tiempo. Esta afectada por una neurosis que desconoce aunque producida por las circunstancias que atraviesan su vida.

El estreno de la obra teatral volverá a ser otro momento que constituirá un nuevo vía crucis en su vida. Llena de pánico, presionada por sus productores, finalmente será ovacionada aunque no podrá escuchar los aplausos. Su angustia no la deja disfrutar del estreno y abandonará la obra.

El final cierra la película pero deja abierta la pesadilla. Robertina no ha podido salir de ella, ni seguramente podrá hacerlo. El cuadro que presenta y su entorno enfermizo requieren de una ayuda especializada de la cual carece.

Claustrofóbica y algo reiterativa, La Reina del Miedo funciona en virtud del carisma inigualable y la capacidad para transmitir sentimientos que tiene Valeria Bertucelli. Ella es el centro de atención de toda la película, y no hay escena que transcurra si su presencia. Su actuación es casi un muestrario de sus capacidades actorales, como así también de su tendencia al histrionismo.

Prolijamente realizada, intachable en sus rubros técnicos, la película queda como un retrato inacabado de una mujer que sufre una neurosis sin ninguna capacidad de salida aparente. Es la descripción de un momento. No hay un antes ni un después. La salida de la situación planteada es una incógnita. Ese devenir enfermizo que plantea la película es tal vez su mayor debilidad argumentalmente hablando, dado que lo plantea como una situación que no tiene una salida. El producto final queda como algo inacabado, extenso y reiterativo, subrayado con un final abierto que incluso hasta puede llegar a desconcertar al espectador.
Charly Barny
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12 de mayo de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La reina del miedo" es la cinta debut tanto de la aclamada actriz Valeria Bertuccelli, como de Fabiana Tiscornia, quien está a cargo de la codirección. El rol en Bertuccelli en la misma es completo; dirección, guión y papel protagónico, poniendo un peso enorme sobre si misma, y un máximo de compromiso con el proyecto. Vale añadir también que la actriz argentina ganó un premio por su actuación en el último Festival de Sundance.

Quizás no haga falta decirlo, porque muchas veces los títulos son engañosos, pero no es el caso; el foco principal en "La reina del miedo" está puesto exactamente sobre el miedo mismo. La película inicia con la protagonista Tina, una exitosa actriz, interpretada por Valeria Bertuccelli, que tras un corte inesperado de luz en el medio de la noche siente pánico. Sus movimientos, su voz, su rostro lo expresan; la sensación de pánico que vive en el momento está latente, por lo que acude a la empleada doméstica para que la asista y la saque un poco de esa instancia, que pese a todo persiste. Eso será Tina a lo largo de toda la cinta, y la actuación de Bertuccelli será tan acertada y pertinente, que su presencia siempre estará en el aire. Su entorno es escandaloso; gente trabajando todo el día en su casa, una obra que está por estrenar que representa un sinfín de presiones, un ex marido que acaba de abandonarla sin muchas explicaciones, y demás instancias que sostendrán a la actriz en un constante estado de estrés. Tras enterarse de la compleja situación de salud de un amigo que vive en Dinamarca, al cual en algún punto descuidó, decide ir a visitarlo, un poco por culpa, otro poco porque le importa, y quizás otro tanto porque necesita escapar de un entorno que la aqueja, la sofoca y la amedrenta, exponiendo su frágil estabilidad psicológica constantemente, dejándola al al borde de un colapso.

Sin dudas estamos ante una gran película; pese a que tanto Bertuccelli como Tiscornia son debutantes en la dirección, Bertuccelli supo construir y desarrollar un personaje en base a sus capacidades actorales, que no son pocas; quizás este sea su papel más completo y complejo hasta la actualidad. La actriz logra sobrellevar a la perfección a una mujer que lucha tanto contra el miedo externo, así como demonios propios, con inseguridades, y con un constante estado de estrés y una ansiedad insostenible. Otro de los grandes aportes es la actuación de Diego Velázquez, así como las breves, pero oportunas, apariciones de Gabriel Goity y Darío Grandinetti. La historia está delineada casi a la perfección, con un más que interesante trabajo de guión. Por momentos jugando con la comedia, pero sin dudas sobre un trasfondo puramente dramático, a veces la cinta incomoda, y eso es logro tanto desde el despliegue actoral, como desde la dirección. El trabajo de cámara, fotografía, y encuadres, brindan a su manera fuerza a la historia, así como algunas pausas, y pasajes, que en su totalidad la dotan de ciertos rasgos que la aproximan al cine de autor, aunque algunos lo renieguen. Quizás haya algún que otro detalle a cuestionar, pero son mínimos, en una historia que vale la pena ver.
Manuel Esteban
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3 de septiembre de 2023
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Una vez más me encuentro con un film extraño, que por momentos uno no sabe de qué va o qué está sucediendo. Lo que tiene de interesante, y esto es algo que nunca me había pasado es que por más extraño o poco claro que era la película me daban ganas de seguir viendo, de querer saber que pasa, es cómo que el ritmo me atraía y necesitaba saber hacia dónde iba.

Este film nacional escrito, dirigido y actuado por la gran Valeria Bertuccelli es interesante, como dije antes su rareza atrapa e intriga. Nuestra protagonista es una actriz famosa nacional que está por presentar un unipersonal con entradas agotadas, pero esto es algo que no tiene tanta relevancia en sí. Ella es una persona muy miedosa, la primera escena del film es casi a oscuras, es intrigante lo que pueda pasar.

La película es una gran metáfora o tal vez varias en una. Nos muestra la psiquis de esta mujer, nos adentramos en sus miedos, en su historia. Es como que la guionista nos quiere mostrar ciertas actitudes o situaciones que la llevaron a Roberta a ser cómo es, pero de una forma sutil, jugando con las competencias del espectador, buscando que piense, sin dar todo servido en bandeja. Sobre todo, el final.

Pareciera que lo que quiere como guionista y directora es ponernos en tensión, ver cómo atraviesa una persona que es famosa las cosas cotidianas de la vida. Ver cómo enfrenta la enfermedad de un amigo cercano, las crisis de miedo, los problemas en la casa, los problemas de amoríos, situaciones que todos eventualmente pasamos, tal vez es la forma que tiene Bertuccelli de decirnos que ella es también humana, por más famosa que sea, y es que hay algunas personas que olvidan esto y creen que los famosos son inmune a los problemas cotidianos.

Actoralmente está bastante bien, de nuestra protagonista no hay mucho para decir ya sabemos que haga lo que haga lo hace bien. Destaco Sary López, la mucama quién pareciera tener un papel simple, pero no lo es tanto, y lo hace bastante bien. Diego Velázquez también está bastante bien. La corta aparición de Darío Grandinetti y el Puma Goity suman lo justo y necesario en el film, si eran otros actores no pasaba nada. He leído algunas personas que se sintieron “engañadas” porque en el poster del film salen sus nombres como protagonistas, la verdad que no me parece tan grave.

Visualmente está muy bien realizada. Con las tomas, algunas cortas, otras largas, logra meternos en la mente de esta reina del miedo, capturan bien todas estas situaciones y hace que la película tenga eso de atrapante y ganas de seguir viendo. Las locaciones en Argentina y en Dinamarca están muy bien elegidas también.

Mi recomendación: Interesante película nacional, dónde nos metemos de lleno en los miedos.

Mi puntuación: 6/10
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Un Poeta Crítico
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