Rebelde sin causa

Película ridícula, guión nefasto, actores sobreactuados y final patético, "Rebelde sin causa" es recordada solamente por la presencia de James Dean seguramente porqué solo tiene tres películas en su filmografia, su repentina muerte lo convirtió en un icono juvenil pero a diferencia de sus otras dos películas "Al este del eden" y "Gigante" esta no merecia pasar a la posteridad.
La historia transcurre durante unas increibles cuarenta y ocho horas en las que pasan tantas cosas y tan rápido que es bastante difícil de explicar con un poco de coherencia, ni Natalie Wood se salva de la quema, estos jovenes no son rebeldes, son carne de psiquiátrico.
Si quieres entender el mito James Dean disfruta con "Al este del eden".

Está muy sobrevalorada, extremadamente simplista y superficial, mal argumento, malos efectos especiales, malísimas actuaciones, demasiada violencia gratuita, tanto física como verbal...

Lo único que merece atención es la crítica a la sociedad de la época, y al abismo generacional de la misma, y la breve actuación de Edward Platt.

Supongo que la mitificación del "actor" James Dean, resulta de su enorme atractivo y del hecho de que sólo un mes antes hubiera muerto en un trágico accidente.

Su pésima actuación, sin embargo, le mereció representar al rebelde adolescente de su época e incluso tal vez de las venideras.

Una estampa legendaria pero una historia que dista mucho de lo que pareciera, es la que protagoniza James Dean en "Rebelde sin causa" (1955) donde el icono del cine representa a un joven más voluble y extraviado de lo que irradia su imagen clásica.

Incomprensión, dudas y el traumático paso de la adolescencia a la adultez, son parte de los ingredientes de una cinta de esas que se hacen referente en el cine, donde temas de púberes y estudiantes no eran mayormente abordados en una época donde los jóvenes comenzaron a protagonizar cambios sociales importantes.

Susceptibilidad extrema -a veces hasta el punto de lo odioso- y una concepción diferente de la realidad, más primitiva pero casi con antagonismo hacia los padres, es la base de esta cinta. Ya desde su afiche nos anticipa que se trata no de marginalidad, sino de problemas de "chicos bien".

Inocente para nuestra actualidad, trasgresora para sus tiempos, tiene el mérito de engancharnos con una parte final con bastante vértigo y haciendo a un lado algunos sentimentalismos o eventos difusos de su introducción.

No cabe duda que el concepto de rebeldía se entiende de modo muy diferente hoy, pero el surrealista modo de ver como se representó a mediados de los cincuenta es por decirlo menos, curioso.

Aunque no cuide de las formas, se puede aún entender su fondo, pero no cabe duda que el método es muy particular.

Recomendación:
Interesante. Una vista al pasado y sus peculiares visiones de la juventud.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com

Película de Nicholas Ray en la que coinciden en comisaría tres jóvenes res jóvenes, Jim Stark, Judy y Platón, por diferentes motivos: Jim está ebrio, Judy ha huido de su casa y Platón ha matado a unos cachorros a tiros.

El inspector Ray descubre ¡oh! (gran descubrimiento), los tres tienen mal rollo con sus respectivas familias. mientras que a Jim y a Judy los recogen sus padres, Platón recibe la visita de la criada negra que lo cuida.

Cine de juventud atormentada sin motivo alguno, un invento que le salió bien a Ray, sobre todo por contar con un reparto juvenil de moda con el sobrevalorado James Dean, la bonita Natalie Wood y el simpático Sal Mineo (por cierto, todos morirían jóvenes y en circunstancias penosas).

El rebelde sin causa grita -sin causa- "¡Me estás destrozando! Tú dices una cosa, él dice otra, y todos vuelven a cambiar", grito que más parece histérico que otra cosa. Pero que al morir al poco, se hizo notar más de lo que merece.

Desde luego la película no ha envejecido bien, y la actuación de Dean parece la un Brando rebajado que el nacimiento de un talento, como algunos decían.

Sin embargo y curiosamente, en su momento la peli tuvo mucha influencia en la creación de una nueva idea sobre los jóvenes, aunque esa idea no se sabía bien cuál era.

Ese sí, el muchacho tenía un padre calzonazos (Jim Backus), en un hogar donde las que mandaban eran su madre (Ann Doran) y la abuela (Virginia Brissac): o sea, el padre era “un media vuelta y a la cocina”. O sea, el vejado es el padre a quien le falta autoridad y el sentido de Ley propio del padre.

¿Y qué le pasa a Platón (Mineo)? Platón es gay y está enamorado de Jim, pero a este le gusta Judy (Wood). Pero también el padre de la chica siente temor por su atracción hacia su hija, por eso no le parece bien que la bese.

En fin, una peli de inclinaciones perversas y relaciones familiares tóxicas.

"Rebelde sin causa" quiere decir algo, PERO no sabe qué es. Incluso, si lo supiera, perdería su fascinación.

Sin embargo, en su momento el filme fue un documento subversivo. Sin causa. Bastante gazmoño. Cortito.

Film emblema de toda una generación y que pasó a otras venideras elevando a James Dean a la categoría de mito (aunque atribuido a posteriori tras su fatal accidente de tráfico en septiembre de 1955) no sin dejar a un lado a los otros grandes protagonistas de este drama juvenil y también estrellas en el ocaso: Natalie Wood (niña prodigio de ese Hollywood tan edulcorado como fue en la América de la década de los cincuenta) y Sal Mineo. Aquí representan todo lo contrario de lo que se podía esperar de unos jóvenes ejemplares para la sociedad: son parias de su destino, luchadores sin motivo por un falso afecto que se les ha ofrecido y quieren más de sus propios padres, dejando a su suerte las tropelías a la salida del instituto como las peleas a golpe de navaja o las carreras hacia los acantilados de la tragedia.

También conviene reseñar en que es uno de los títulos más recordados de Nicholas Ray, uno de los grandes directores de la época (junto con Douglas Sirk) y puede que “Rebel Without a Cause” sea su película emblema de una filmografía suculenta de otros clásicos como “La Casa en la sombra ” (On Dangerous Ground, 1951) o “Johnny Guitar” (1955), antes de verse envuelto en las superproducciones bronstonianas como “Rey de Reyes” (King of Kings, 1961) o “55 Días en Pekín” (55 Days at Peking) que inevitablemente lo llevarían a una caída en picado que acabaría en un homenaje que le brindaría Wim Wenders en su “Relámpago Sobre el Agua” (Lightning over Water, 1980).

Juventud en cólera pero también romàntica, soñadora y envuelta, aunque rozaría en el súmmum del rídiculo, en el escándalo con sus bajezas morales solamente basadas en su actitud de enfretamiento con el resto del mundo. Un retrato generacional único. Un veinteañero Dennis Hopper aparece como secundario interpretando al miembro de una banda rival.