Repo Men: Los recolectores

Repo Men es una película injustamente infravalorada. Las premisas de la película son muy interesantes y originales (aunque con muchas referencias de otras películas). Una corrupta empresa que proporciona donaciones de órganos sintéticos carísimos, a los que los necesiten. Si no cumples a tiempo con el plazo, entran en escena los recuperadores, te rajan de arriba a abajo o viceversa, y se llevan el o los órganos e implantes que no has podido pagar. La película es muy entretenida, de principio a fin, con agradecidas dosis de humor negro, posee un gran reparto y una gran banda sonora, además de una impecable factura técnica. El desenlace te coge más o menos por sorpresa y no termina de convencer, es lo que más se le puede echar en cara a esta magnífica obra de ciencia ficción. Un peliculón, absolutamente recomendable. Mi nota: 7,5.

Me da un poco de pena esta película y las malísimas criticas que ha recibido, no porque no se las merezca (que se las merece) sino porque contiene cosas buenas que acaban siendo tapadas por los defectos.

Y es que tiene un punto de partida bastante interesante, un planteamiento que da juego tanto como entretenimiento como a critica social, también tiene un puñado de buenos actores con ganas de prestarse a lo que sea, destacando a un sufrido Jude Law.

A pesar de incorporar retales de ideas de muchas películas tiene su punto de personalidad, es un original relato que pone en el punto de mira a la sanidad privada y sus tiranos magnates, eso si, una critica nada sutil.

Tiene un primer tercio de metraje muy resultón que personalmente me sorprendió teniendo en cuenta las expectativas, tristemente la cosa empieza a tomar caminos erróneos a base de escenas de acción y diálogos rocambolescos derivando en un tramo final totalmente delirante, o te lo tomas a coña o tienes que apagar la pantalla inmediatamente.

Se puede tener en cuenta que el director es novel, acusando la película su falta de pulso e inexperiencia, no cabe duda que nos encontramos ante un friki de la ciencia ficción que ha parido un pastiche algo indigesto pero que con una mirada trivial puede ser perfectamente disfrutadle.

Una de las cosas que me atrajo de esta película es la originalidad de su argumento, también el hecho de que sea violenta, aunque las actuaciones, no me han gustado mucho la verdad, eso si, el final, me ha dejado con buen sabor de boca pero el otro "final" tampoco estaba mal y al música.. buenas canciones, tengo que reconocerlo

La idea es interesante, un tio que requisa objetos comprados a plazos pero no pagados, como un corazón transplantado.
El problema es que, como tantas veces ocurre, el guionista no tiene claro que quiere, ni el director tampoco, ¿una peli coreana de patadas voladoras y chorros de sangre a granel? ¿una peli de ciencia ficción reflexiva? ¿una....qué?
Pues eso, que sin decidirse por si va o viene, los minutos pasan, se termina el tiempo y te quedas así, con cara de haber dormido poco.

Los Sustitutos (película de Bruce Willis, más que interesante) y Blade Runner, nos enseñaron un futuro distópico, muy parecido a lo que esta película pretende llegar, pero se que se queda en tierra de nadie.
Primero, por que se asemeja a un futuro mucho mas cercano (que llega a dar miedo) que las otras películas, lo veo bastante mas creíble que esto pueda llegar a pasar (porque ya se empieza a trastear con los órganos sintéticos).
Segundo, que para ser la primera película del director, le a quedado poco menos que interesante, pero asu vez, mete tantas referencias, guiños y gore (mucho gore), que más de uno, vera un mejunje de situaciones extrañas.

En la gran parte de culpa (si no toda), es del director, no del guión, porque empieza con un toque original, presentando al protagonista, voz en off hablándonos a nosotros, con una media hora muy macarra, viendo a un hombre que disfruta con su trabajo (extrae los órganos sintéticos, a la gente que no los paga a tiempo, con lo que eso conlleva), la cinta te acostumbra a ese ritmo, pero de repente da un cambio su vida (que lo vemos, pero que no se desarrolla mucho), es tan brusco el cambio de ritmo y de lo que cuenta, que se vuelve lenta y genérica.
De repente, por el final (que vaya final, muy loco), se marca otra media hora, incluyendo un homenaje clarísimo a una escena muy famosa de Old Boy (la de Corea del Sur, por supuesto), esta media hora, es una locura de sangre, acción, canciones muy bien elegidas y hace que el film no se hunda en el aburrimiento.

En general, es una pena, se queda en un quiero y no puedo, no por falta de medios, pero el director, se pierde por la mitad de la cinta, no explica bien el cambio del protagonista (que entiendo el cambio, pero es muy brusco) y tiene grandes tramos (se ve que esos tramos el director disfruto haciéndolos), pero queda una mezcla rara y poco aprovechada.

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